Pobres pobres ignorados

¡Qué cómodo era en tiempos de mi abuelo cuando se sabía mucho menos del mundo!.

Ahora podemos saber muchísimo de todo lo que pasa.

Ahora hay que cerrarse a propósito y con llaves para no saber que estamos en la estación del hambre en el Sahel. Que 500 000 niños podrían perder la vida. Que con un euro al día mantenemos a un niño en vida.

Tengo a un amigo que se lo ha creído y manda todo lo que puede hasta no gastar absolutamente nada que pueda ahorrar. Ya ningún gasto lo parece más útil que este. Impresionado por saber que así puede hasta salvar niños. Que su esfuerzo de ahorro es la gran medicina para niños hambrientos.

Sin embargo ahora que conocemos al día todos los sufrimientos con pelos y señales aún conseguimos muchos no mandar casi nada y seguir gastando euros en fiestas y demás lujitos tontos.

Esperanza para pobres, conseguir que además de saber más, amemos más.

Pablo Osés Azcona. Fuengirola