Messi y Cristiano Ronaldo suelen salirse con la suya en el campo, pero fuera se han encontrado con un enemigo peligroso:_la Agencia Tributaria. La lucha que mantienen con Hacienda es más complicada de lo que parecía. El problema viene de la forma que tienen los jugadores de gestionar las ganancias que generan sus derechos de imagen, que canalizan a través de sociedades «offshore», radicadas en paraísos fiscales. Que los futbolistas decidan que sus derechos de imagen se cobren en paraísos fiscales no es delito. Pero su validez depende del lugar de residencia.

Los jugadores perciben retribuciones por dos conceptos: su actividad profesional y los derechos de imagen. Jesús Sanmartín, presidente del Registro de Economistas y Asesores Fiscales, señala que «la venta de sus derechos de imagen por un precio irrisorio respecto al real es la clave del asunto, algo que les ha permitido a ambos jugadores enriquecerse mientras declaraban en paraísos fiscales en vez de hacerlo en España. Las sociedades tributan al 25 por ciento en España, mientras que en un paraíso fiscal el porcentaje es ridículo».

Messi tiene residencia en España y eso supone diferentes obligaciones respecto a la tributación. Si el «crack» argentino pasa más de 183 días en España es considerado residente y, por tanto, todas sus ganancias deben ser declaradas en el territorio español. Esto se lleva a cabo a través de una declaración de la renta mundial, con todos los ingresos que tiene el jugador en cualquier lugar del mundo, incluido España. El problema viene de que el padre de Leo, Jorge Messi, creó un entramado de sociedades para declarar los derechos de imagen del jugador antes de su mayoría de edad, en el año 2005, fuera de España.

Estas sociedades estaban en Belice, país considerado paraíso fiscal. Cuando Messi cumplió 18 años ratificó esas sociedades que creó su padre ante notario, dando pleno consentimiento al entramado opaco generado con ánimo de defraudar. De esta forma, Messi, considerado residente en España, desvió a paraísos fiscales las ganancias obtenidas por sus derechos de imagen. La exigencia de la Fiscalía no es otra que declare en España la totalidad de su renta, aunque con algunos matices.

El asesor fiscal Juan Manuel Toro explica de donde viene la acusación que mantiene Hacienda contra Messi. «Él tributa por su renta global, que es lo que gana en todo el mundo por ser jugador, por sus contratos de publicidad y por el resto de actividades que tenga. Messi puede deducir en España los impuestos que paga en el extranjero, pero él los paga en paraísos fiscales, donde la tributación es ridícula, y obviamente en España no se deduce nada. Entonces, lo que Hacienda reclama es lo que establece la regla 85/15. Esta norma permite declarar el 15% de sus ganancias por derechos de imagen a través del impuesto de sociedades y el 85% restante como persona física», explicó Toro. El rosarino solo declaraba las comisiones de esos contratos de derechos de imagen y no el contrato completo, ese es el problema.

El caso de Cristiano tiene diferencias. La primera es que el portugués es considerado no residente y la segunda que cuando jugaba en Inglaterra tenía una red de empresas perfectamente conformada que no le daba ningún tipo de problemas respecto a sus obligaciones con el fisco inglés. Pero que a su llegada a España las cosas cambiaron. El delantero del Madrid se acogió a la «Ley Beckham» porque le presentaba diferentes ventajas. «La ley Beckham tiene dos privilegios: el primero, que el jugador tributa la mitad de lo que le correspondería; y el segundo, que solamente tributa por la renta obtenida en España, la del exterior no se le considera tributable», aclaró Jose María Mollinedo, secretario general de Sindicatos de Técnicos de Hacienda.

El portugués, de esta forma, se aseguró un tipo impositivo menor que le favoreció: sus derechos de imagen generan muchos millones, tributan muy poco y provoca sospechas que los lleve a paraísos fiscales. Por esto, Cristiano en el año 2015 hizo una regularización de la declaración de la renta, es decir, una declaración previa a la que solicita obligatoriamente Hacienda, para ponerse a la orden del día en el pago. «Cristiano se adelantó a hacer la declaración antes de que se lo pidiera Hacienda. Hizo una declaración complementaria para tratar de subsanar el posible delito y Hacienda lo que hizo fue comprobar si era veraz esa declaración. La investigación se saldó con diferencias entre las cifras que manejaba Cristiano y las que manejaba Hacienda. El problema, probablemente, es que la Fiscalía le está obligando a tributar en España. Yo creo que Cristiano tenía una estructura perfectamente determinada para Inglaterra, pero que no encaja aquí. Cuando vino a España tenía que darse cuenta que no es como allí. Aquí los coches circulan por la derecha», puntualizó Jesús Sanmartín.

Respecto al futuro que le espera a las dos estrellas habló Juan Manuel Toro: «Si tienen una condena por debajo de los 24 meses jamás entrarán en la cárcel. Poner el foco sorbre personas que hacen mucho ruido mediáticamente hablando hace que la gente que no sepa que hay que pagar un impuesto se mantenga en tensión. Consiguen, además, que estos casos sean la mejor publicidad contra el fraude. En Estados Unidos, en 1929, Al Capone entra en la cárcel por defraudar, no por matar a medio Chicago».