Interesante, el legrado propuesto en Sabadell para limpiar de españolismo las calles, empezando por Quevedo, Lope de Vega y Calderón: no sólo porque ratifica la enjundia intelectual de buena parte del independentismo (y su modelo de desierto cultural para Catalunya), sino también porque denota la consistencia de lo que se quiere extirpar. Aunque el concepto unamuniano ´intrahistoria´ sea confuso, al final nombra aquella parte de la memoria colectiva que puede considerarse estructural o constitutiva, y antes o después renace, por puro instinto de supervivencia de la gente, que sin ella se sentiría vaciada. Se cita a Quevedo, Lope y Calderón entre los clásicos que en España son fuente de intrahistoria, al aportar al acervo temas, principios y valores (o prejuicios) ya sedimentados. Así que, digámoslo claramente, el proyecto de algunos para Catalunya es una lobotomía, de momento virtual.