El Málaga CF no pudo aguar la fiesta inaugural del nuevo templo del Atlético Madrid y se volvió a quedar con las ganas de romper esa racha que, más allá de su paupérrima pretemporada, lo mantiene en el cada vez menos poblado fondo de la clasificación. Con la ilusión que contagió Míchel tras su extraordinario fin de curso, de aquel brillo cada vez queda menos crédito. Porque el fútbol hace tiempo que desterró la palabra paciencia.

Ayer mismo fue destituido el primer técnico de Primera, Luis Zubeldía. El encargado de prolongar la espectacular campaña de su paisano Pellegrino se va sin poder celebrar un solo gol. Al menos a Míchel lo hemos podido saltar eufórico hace una semana, después de aquella estéril diana de Diego González ante Las Palmas. Rompió una sequía, pero no esta sangría de puntos.

El Atlético presumía el sábado de estrenar el Wanda Metropolitano con cinco canteranos. Hace tiempo que Simeone recicla su proyecto a base de nuevos talentos de la casa. El Málaga, también. Pero igual la solución a tanto cúmulo de despropósitos hay que buscarla en los campos de la Federación Malagueña. De momento la mejor noticia que nos ha dado la primera plantilla en este desastroso comienzo la ha aportado el talentoso Álex Mula, futbolista de apenas 21 años que vino a la Costa del Sol procedente de la también prolífica cantera del Espanyol y de la mano del eterno Casanova.

El filial malaguista sí que ha sabido regenerarse para iniciar la campaña con la misma energía con la que ha destrozado marcas durante los últimos años. Ayer se impuso ante El Palo, que llegaba a invicto a este derbi, con una nueva goleada. Su balance en seis jornadas es de 19 dianas a favor por dos en contra. Puestos a buscar pólvora en el ataque, llama poderosamente la atención el acierto del extremo izquierdo onubense Ignacio Abeledo.

Este excanterano del FC Barcelona, de 21 años como Mula, acumula ya cuatro tantos. Marca cada 81 minutos y ayer hasta se permitió batir al veterano Reina de falta directa. Empieza a conquistar el corazón de numerosos aficionados blanquiazules que hasta ahora apenas habían sabido de él por la belleza de su novia, Rocío Zafra. Además de por subir a las redes sociales una foto en la que posaba con la camiseta blaugrana junto a la MSN, Abeledo fue noticia por las «fotos subidas de tono» y el pasado televisivo de su pareja sentimental.

El presente de este goleador no tiene que recurrir, para obtener notoriedad, a lo que suceda fuera de los terrenos de juego. Está unido a otra camiseta, más cercana a la de su ciudad natal, y también a otro tridente, el que conforma cada fin de semana junto a Deco y Jack Harper. Estos dos, como Jaime Moreno, siguen de cerca en la tabla de máximos artilleros al propio Abeledo, puesto que suman tres goles.

Pero el proyecto de futuro que vuelven a dirigir Ruano y Añón tiene mucho más que pegada. El guardameta Samu Casado o zagueros como Álex Robles o Ian Soler aportan esa maestría innata, el mismo «hambre de fútbol» que catapultó en su día a Juanmi, los Samus o al mismísimo Pablo Fornals.