La batalla mediática del ‘proces’

Tras haberse anunciado un pleno extraordinario el lunes en el Parlamento catalán se ha entrado en una batalla distinta, en la que el Gobierno de España debe saber manejarse como pez en el agua para no perder ante los secesionistas catalanes.

Cataluña no será independiente después de una proclamación de independencia por parte de su Parlamento, será independiente si el resto de países reconocen a Cataluña como un país independiente.

Para que esto se produzca, los independentistas tendrán que ganarse la simpatía del mundo y de las principales organizaciones internacionales (fundamentalmente ONU y UE), por lo que van a tratar de ganar la batalla mediática forzando, con sus provocaciones, al Estado a caer en las trampas que pondrán para que salgan imágenes que puedan llevar a la prensa internacional, en las que España salga como un ‘Estado opresor’.

El Gobierno de Mariano Rajoy tiene que andarse con mucho cuidado, después de la imagen dejada el domingo que propició que España cayese malparada en toda la prensa internacional, el margen de error se ha agotado. Está prohibido volver a provocar un esperpento, y nos encontramos en un punto clave.

El lunes se producirá la proclamación de independencia, hay quienes sugieren que se aplique de inmediato el famoso artículo 155 de la Constitución para evitar dicha declaración pero, aplicarlo antes del lunes, es agua bendita para los independentistas.

Esta medida solo debe tomarse cuando el Gobierno catalán cometa la ilegalidad, no antes. De hacerlo antes de tiempo el Estado les habrá dado la herramienta necesaria para que puedan vender al resto del mundo que España les ha privado de su autonomía sin razón alguna, puesto que, todavía, no habrían cometido la ilegalidad.

Por lo tanto, prudencia, proporcionalidad, e ir siempre detrás de los independentistas, que sean ellos los que marquen el ritmo. Al fin y al cabo, quien tiene las armas legales para ganar esta batalla es el Gobierno de España. Prohibido caer en la trampa mediática.

José María Narbona OrtegaMálaga

La democracia por los suelos

Doscientas personas, muchas de ellas identificables en el vídeo, esperan las urnas para votar en Barcelona. Éstas son opacas y llegan en bolsas negras. Un porteador resbala con la lluvia, cae y se esparcen por el suelo cientos de papeletas. No puede estar más claro el pucherazo, el carácter brutalmente antidemocrático, totalitario, de los independentistas.

Alejandra Brea RomeroFuengirola