Llegué a pensar que los insurrectos catalanes hicieran coincidir su independencia con la proclamación del Estat Catalá el 6 de octubre de 1934, pero no, van al 9. Recordemos que la Revolución de Octubre triunfó por 10 horas en Catalunya (con tres docenas de muertos) y 14 días en Asturias (con cerca de 2.000, revolucionarios en su mayoría). Lógica la diferencia de tiempo y mortandad, vista la diversa ambición: en Asturias, aunque hubo atrocidades, los obreros querían cambiar el mundo («tomar el cielo por asalto») y en Cataluña encerrarse en su pequeño mundo. Bien, dejémoslo ahí. El caso es que la memoria histórica es muy importante, pero no para reeditar tragedias fuera de contexto, sino para evitar repetirlas y hacer justicia a la verdad. De hecho en Asturias, donde está acreditado que la gente no para en barras, no sé de nadie que plantee una nueva edición de aquellos días.