No es fácil acercarse a lo que es el sistema Stanilavsky de teatro, más conocido como El Método. ¿Valdría, como vulgarización, que su objetivo es que el actor sienta de veras con el personaje?. Una de las técnicas es el reclutamiento de sensaciones ya vividas almacenadas en la memoria, que se ponen al servicio del papel. Creo que está ocurriendo en Catalunya en el plano colectivo. Pocos días después del luctuoso 17 de agosto me preguntaba aquí en qué reciclarían los fuertes sentimientos generados por los atentados, cara a los hitos del "proces". Ahora podemos verlo: minutos de silencio tras las cargas del 1 de octubre, miles de velas encendidas tras las detenciones de "los Jordis". Toda la semiótica del luto al servicio del victimismo político, un puente de signos para que la emoción pase de aquel episodio a éste, y el actor colectivo sienta su personaje. Creo que hay un gran director de escena.