Es malo dormir con el perro? El titular era muy atractivo. Así que pinché. Siempre me ha interesado saber desde un punto científico si hago bien o no permitiendo a mi perro subirse a la cama. Lo que pasa es que no tengo perro. Así que más bien habría de escribir que siempre he intentado saber si haría bien en dejar o no subir a la cama a mi perro en el caso de que tuviera perro. En un mundo de perros habría webs que publicarían ¿Es malo dormir con tu humano? No sé qué haría yo en un mundo de perros, tal vez sería un callejero con orgullo y sin pedigrí, poco dado a la comida para perros y sí a los platos de arroz con pollo. No me gustaría tener dueño. Ladrar sí que ladraría. De hecho, siendo humano, o sea, no siendo perro, ladro a veces. Una vez le ladré a un camarero que a los dos segundos de servirme un whisky me informó de que quedaban diez minutos para cerrar. Como soy humano, le pagué pese al enfado. Pero le ladré. Tengo un amigo que sería un pastor alemán. Lo cual tiene de ventaja que puedes ir con él a Berlín y se conoce todo. No te pierdes. Llegas a la Puerta de Brandenburgo en un periquete. El vecino que tanto me topo por las mañanas (podría ser un topo) sería un dálmata, si bien las manchas negras tal vez no sean de nacimiento y sí de descuido o nescafé, tal vez de alquitrán, cemento o agua de tubería. Ahora que lo pienso a lo mejor es el fontanero del edificio y no un vecino. Debe tener perro. Por la noche se oyen ladridos. Ya, ya sé (yo ladro a veces) que no es garantía de que sea un perro el hecho de que haya ladridos. Pero por lo menos queda descartado que sea una coliflor, un cartapacio o una raqueta. En un cuento de Cortázar hay una raqueta que ladra. Guay. No, no es cierto, pero debería serlo, añadiría un toque deportivo surrealista canino a su obra, que no está necesitada de nada de eso y menos de que le haga publicidad un columnista sin tema, sin perro y con afición al cancaneo y a los titulares un poco desconcertantes pero atractivos. Sí, se puede dormir, o sea, descansar bien con el perro en la cama, pero conviene que lleve limpias las patas, no recién metidas en un fétido muladar, que no tenga parásitos. Ni tú tampoco, a ver si el pobre chucho se va a encamar contigo tan feliz, ahí haciéndote compañía y le vas a pegar los piojos. La Clínica Mayo de Estados Unidos monitorizó el sueño de unas 40 personas que pasaban de los 40 mientras dormían con su mascota de más de 6 meses de edad. Según el estudio, la mayoría de los participantes se mantuvo 7,9 horas en la cama, 6,8 de ellas durmiendo, lo que supone una eficiencia del sueño de un 81%. Yo duermo menos que un agente doble. Ya quisiera seis horas seguidas. Estoy por comprarme un perro. O llamar a la Clínica Mayo. Estaría guau, digo, guay.