Pues ya pasamos una etapa más de este largo camino. La operación es jodida, no por la propia operación en sí, que también, sino por esa incertidumbre de no saber de antemano qué va a pasar, si habrá tumor o no, si habrá que quitar tres ganglios o todos... Esa incertidumbre persiste hasta no saber los resultados de los análisis patológicos de la zona extirpada. Para eso todavía quedan unos días. Sí puedo asegurar que ver la cara de felicidad del cirujano la noche de la intervención es la mejor señal. Esa expresión que reflejaba alegría por el trabajo bien hecho ha disminuido en nosotros el nerviosismo y tenemos confianza en que los resultados serán negativos.

Pero no es mi intención daros la tabarra con esto, que ya bastante tenemos nosotros. Lo que quiero compartir con todos es lo que nos habéis hecho sentir estos días. Ha sido increíble lo cerca que habéis estado, incontables los mensajes de Whatsapp, Facebook y Twitter de todos vosotros preocupándoos por el estado de Ana. Nuestras familias han vivido el día a día ayudándonos en todo lo posible y superando con nosotros el paso que estábamos dando. Siempre se olvida agradecerles esto porque parece que, como son familia, están obligados a hacerlo. Pero fuera de la familia las muestras de cariño han colmado nuestro corazón. Amigos de Ana, compañeros de su profesión, mis amigos, los Witis, gente del baloncesto, mis jugadores de ahora y los de antes y un sinfín de personas que ni siquiera conocemos pero que no han dudado ni un segundo en escribir unas letras mostrando su apoyo y dándonos ánimos.

En los dos días que hemos pasado en el hospital tenía que cargar el móvil cuatro veces porque no paraban de entrar mensajes y mensajes de todos vosotros, transmitiendo lo presente que estaba Ana en vuestros pensamientos.

Mi mayor alegría han sido mis compañeros de la generación del setenta y tres del colegio Miraflores de los Ángeles, sesenta y un amigos con los que compartí todo en una época de mi infancia y con los que perdí contacto hace treinta años. Ese contacto lo he recuperado no hace más de dos meses. Treinta años sin hablar con ellos y estos días nos han arropado como si fuera mentira, como si no hubiésemos perdido el trato en todo este tiempo, como si también entraran en el quirófano con Ana. Chicos, ¡os quiero!

Todo esto me ha demostrado que yo estaba equivocado todas las veces que he intentado transmitirle a Ana que no estaba sola en este proceso porque yo estaba con ella. Y es que no hemos estado solos en ningún momento, habéis estado ahí siempre durante estos siete meses. Lo de esta semana no ha sido una sorpresa, ha sido una demostración más de que contra este cáncer habéis luchado con nosotros desde el primer día. Nos habéis enseñado que el lunes os operábais todos y no sólo nosotros.

Mi admiración por Ana es enorme, los que me conocéis ya lo sabéis. Estos meses he aprendido que esa admiración es compartida por todos vosotros y que todo el cariño que nos habéis mostrado lo habéis hecho con libertad, sin compromiso, porque Ana se lo ha ganado por lo que vale y el corazón que tiene. Ella es un ejemplo para mí por como lucha y está afrontando esto que vivimos ahora. Desde ese día que nos diagnosticaron la enfermedad sabía que su valentía y Emilio Alba, nuestro oncólogo, vencerían al cáncer. Lo que no sabéis es lo que nos habéis ayudado estos meses a luchar en esta guerra. ¡Cómo habéis empujado! Creo que ni el mismo cáncer sabía con quién se enfrentaba y el equipazo que hacíamos todos juntos.

Por todo esto quiero daros las gracias, porque sin vosotros estaría siendo más difícil y que con vosotros el éxito está asegurado. Sé que no tengo por qué darlas, que lo habéis hecho de corazón porque Ana lo merece. Pero yo quiero hacerlo y no una, sino mil veces para que sepáis que os tenemos muy presentes.

Todavía no hemos acabado. El camino es largo y nos quedan etapas por superar. Pero os prometo que las afrontamos con mucha ilusión y energía porque queremos ganar y porque sabemos que todos vosotros estáis detrás. No dudéis que vuestra ayuda es fundamental para nosotros. Seguid así porque os necesitamos en lo que nos queda. Una vez más muchas gracias a todos.