Pedro Sánchez parece haber decidido quedarse sólo con la idea de una España federal, que sí concita unanimidad entre los socialistas, y aparcar su polémica propuesta de reconocer la ´plurinacionalidad´, que tantas ampollas levantó en el PSOE. En plena campaña electoral catalana, los socialistas han preferido diluir tanto el término que ha acabado por desaparecer del discurso en un camino de invisibilidad que ya comenzó cuando Sánchez negoció con Mariano Rajoy la aplicación del artículo 155 de la Constitución para desmontar el Gobierno de Puigdemont y convocar las elecciones del 21 de diciembre. La ´plurinacionalidad´, un matiz semántico que los dirigentes sanchistas pocas veces han sido capaces de clarificar pero que acercaba el discurso de los socialistas al de Podemos y los nacionalistas, ha desaparecido de los actos de campaña, pero permanece en los documentos. Así, el programa electoral del PSC recoge en su página 148 la defensa de una «reforma constitucional inclusiva» que selle «el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado, junto con el reconocimiento de Cataluña como nación». Y también «el compromiso de un gran acuerdo entre los catalanes y el resto de españoles para reformar la Constitución Española y convertir España en un estado federal plurinacional como culminación del actual modelo autonómico». El estado plurinacional del PSOE está dormido, no olvidado. Y lo está por una razón estratégica. Pedro Sánchez vislumbra un escenario postelectoral en España en el que necesite como aliados tanto a Podemos como a los nacionalistas y será entonces cuando la ´plurinacionalidad´ salga de su aparente olvido. Así se explica, por ejemplo, que el PSOE haya respaldado en el Congreso la reforma del Cupo vasco, pese a la indudable contradicción que supone respecto a sus posiciones en otras autonomías.