'La importancia de pensar por uno mismo', por Cristina Castro

Sin importar en que país estés, la política suele ser muy similar y podemos ver uno de sus rasgos más característicos en cualquier país del mundo: los llamados políticos se organizan en dos o más grupos de individuos rivales que se detestan, parecen odiarse y evitan escucharse mutuamente. Este es el mayor cáncer de nuestro gobierno, pues los partidos políticos parecen estar tan inmersos en su propia ideología que se niegan a hablar con los otros grupos, creyendo que ya saben lo que tendrán que decir sin siquiera haber hablado con ellos. Esto es algo observable también en la población, ante la ansiedad provocada por no saber qué hacer, qué pensar, o quiénes somos buscamos un camino fácil, buscamos un líder o una ideología a la que seguir, y dejamos que esta nos indique en qué dirección caminar. Esto a pesar de ser un recurso que alivia mucho nuestros miedos existenciales resulta un auténtico veneno para la sociedad en su conjunto, pues solo consigue crear individuos con mentes cerradas que piensan que conseguirán solucionar todos los problemas de su vida si hacen lo que el líder les ordena. Si queremos un mejor país, con mejor política, tendremos que aprender a hablar con otras personas, y no con otras ideologías, exponernos a las ideas de los demás y atrevernos a crear las nuestras propias, sin ayuda de ninguna ideologías o líder. Las personas infelices intentaron cambiar el mundo, las personas felices consiguieron cambiarse a sí mismas.