La conversación no podía ser más entretenida en este ático galdosiano de calle Císter. Se comentaba que cuando los intelectuales de izquierda dicen que las políticas de austeridad agravaron la desigualdad social, no dicen la verdad, esas políticas fueron la única solución. Como en un hogar cualquiera en el que se ha gastado más de lo que se ingresó, solo cabe ingresar más -lo que no siempre es posible- o gastar menos -que suele depender más de nuestra voluntad-. Inputs y outputs, esa es la cuestión. Pero está claro que tiene éxito predicar más gasto público que austeridad, no cabe duda, todos quieren más teta. En sanear nuestra economía nadie como el PP ha sabido poner las cosas en orden, o por lo menos deshacer los entuertos del otro. Y se escuchan las campanadas de la Catedral mientras anochece más pronto y deprisa que nunca.

Aunque es verdad, como dice Cayetana Álvarez de Toledo, que solo la memoria impide la reincidencia, aquí la memoria se ha perdido porque parece que nadie leyó el debate entre Azaña y Ortega sobre el estatuto catalán de 1932. Pero hay algo más, Rajoy cree que su pasividad garantiza la de los demás, y se equivoca, los excita a ir a más, a Podemos, a los independentistas... Y esto no son predicciones a posteriori, querido Rafael Vidal, lo estamos viendo en directo, esa realidad está ahí, solo hay que asomarse a la ventana, lo demás son genuflexiones al poder, créeme.

Con esto de la memoria pasa que también nos vamos enterando de cosas que se guardaban en el arcón de la abuela, y así nos llegan noticias de que la represión del ejército chino dejó más de 10.000 muertos en Tiananmen. Era junio de 1989 y es que los comunistas cuando matan no se andan con chiquitas, después, eso sí, hablan de otros muertos, no de los suyos.

¿Y si nos remontamos siglos atrás? Este verano, sin ir más lejos, los arqueólogos se sorprendieron de encontrar en una de las torres que formaban el gran Tzompantli de México 500 cráneos de mujeres, niños€, los sacrificios humanos que practicaban los indígenas superan la imaginación bienpensante de quienes solo cultivan las leyendas negras de España como zombis a los que se les ha dado cuerda. Así se dibujaba entonces el retrato del diablo.

¡Ah, y ha muerto mi querido Paco Pérez Jiménez!, eximio perote, desde primera hora en la construcción de la CEM, amigo de confidencias en tantas sobremesas, primero se fue Maruchi, su mujer, a la que adoraba, ahora€ mi pesar a todos sus hijos y mis oraciones por él.

Es muy interesante reflexionar sobre cómo evolucionan en nuestra memoria los recuerdos de una persona, primero pierden éstas sus contornos, después se desdibujan en sus adentros y después terminan, casi todas, como una lejana sombra de lo que fueron para nosotros. Se lo digo a un amigo que me cuenta cosas de la operación en la que se trabaja para cerrar la compra de la sede del PP, y de que en marzo conoceremos el candidato a la Alcaldía de Málaga, que está cantado, pero que nadie tenga dudas de que De la Torre quiere terminar su mandato. Este último periodo le ha sobrado y no se le quiere más por adularle, Rosa también le quiere y le ha dicho lo que no le gusta oír.

Y quien también se marcha es José Manuel Ruiz Galdón, excelente economista que ha estado al frente de Gestrisam en su última etapa y desde la que ha trabajado en silencio y pulcritud, 46 años en el servicio público, casi nada.

Pero desde luego quienes no tienen perdón, por lo menos el mío, son los bomberos y los trabajadores de Limasa, con Manuel Belmonte al frente, que con poco respeto a la institución municipal vociferaron en el Pleno del 22; por supuesto que los grupos de la oposición culparon al equipo de gobierno y al propio alcalde, faltaría más, eso de culpar a los trabajadores, sean lo que sean, no se lleva, y es que no da votos, es otra suerte de populismo. César Vallejo hablaba de otras voces:

Hay golpes en la vida tan fuertes€ Yo no sé.

Golpes como del odio de Dios. Como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido

se empozara en el alma€ Yo no sé.

Son pocos, pero son€

Abren zanjas oscuras

en el rostro más fiero

y en el lomo más fuerte.