Al borde de un volcán

Es cierto que la erupción de varios volcanes ha hecho evacuar recientemente a docenas de miles de persona en distintas partes del mundo. Pero la cercanía de otros peligrosos volcanes políticos debiera inquietarnos aún mucho más a todos, para ponernos a salvo de sus posibles estallidos.

¿Exageraciones? Suecia, un país serio, está movilizando hoy a su población ante un posible ataque de Rusia que, bajo el férreo mando de un exagente de la KGB, ha intervenido ya militarmente en varios países. El papa Francisco acaba de expresar sus temores de un estallido mundial. Trump, no contento con sus desafíos insensatos a Corea del Norte, acaba de injuriar gravemente a docenas de países; Hawái misma ha quedado aterrorizada por la alarma oficial, por ahora falsa, de un ataque balístico. La mayoría del planeta de la humanidad, Asia y África, padecen sangrientas guerras enquistadas, que nuestros intereses económicos y geoestratégicos fomentan y nuestro racismo ignora.

Quizá, por nosotros o por nuestros hijos, podríamos hacer una pausa en los mil problemas y distracciones en que con distintos e incluso aparentemente enfrentados colores nos ha envuelto nuestro sistema, e intentar, mientras podamos, aliviar o incluso evitar algunas de sus peores consecuencias.

Fermín Espinosa RomeroMálaga