José Antonio lleva en su carné el número 10.000 del Colegio de Abogados de Málaga. Tiene 30 años y toda una vida por delante para disfrutar, y también sufrir, con esta bendita profesión.

Nuestro Colegio comenzó a censar de manera cronológica a los letrados en el año 1932, por lo que no significa que nuestra Corporación cuente actualmente con esa cifra de colegiados -somos un total de 6.120-. Significa que, desde 1932, hemos tenido 10.000, y José Antonio ostenta esa cifra redonda. No obstante, como pueden imaginar, la historia del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga comienza mucho antes: en 1776, fecha que coincide con la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América.

Por lo tanto, llegar al número 10.000 de colegiado es simplemente una excusa que me ha hecho pensar en cómo es el ejercicio de la Abogacía y el funcionamiento propio del Colegio respecto a cómo era cuando yo daba mis primeros pasos profesionales, hace ya algunos años -tampoco tantos-.

Lo primero que quiero que sepa José Antonio, y todos los jóvenes abogados que se incorporan ahora, es que tienen el lujo de contar con un Colegio que velará por sus intereses y defenderá sus derechos, que le ayudará a prepararse y formarse para ser un profesional competitivo y que debe sentirse orgulloso del papel que desempeñan los abogados en la sociedad.

Un abogado es fundamental para que funcione la Justicia y el Estado de Derecho y, por lo tanto, sin abogado no hay ni Justicia ni Democracia. Por eso, querido compañero, camina siempre por la vida con la cabeza bien alta, orgulloso de tu profesión, que no es una más: nos dedicamos a defender los derechos de los ciudadanos y en muchas ocasiones somos su última esperanza. Prepárate bien y no defraudarás ni a tu cliente ni a ti mismo, que a fin de cuentas es lo mismo.

Querido José Antonio, espero verte pronto participando en las secciones y comisiones del Colegio, porque necesitamos contar con tu visión y tu manera de entender la abogacía. Apóyate en el Grupo de Abogados Jóvenes, que tiene funcionamiento autónomo. Sus miembros son especialmente activos y te resolverán las dudas que puedas tener en tus inicios.

Mucho han cambiado los despachos desde que yo estaba en tu lugar, sobre todo por el componente tecnológico que hoy día les caracteriza, pero también por otros muchos factores que afectan tanto a los abogados como a los otros operadores jurídicos.

También la propia sociedad tiene otros problemas y dificultades, y no te voy a negar que los jóvenes no lo tenéis fácil al principio. Sin embargo, te aconsejo que potencies tus puntos fuertes, aquello que te diferencia y te da valor, y lo exprimas al máximo, que le saques el máximo partido. No por casualidad sois la generación mejor preparada de la historia, vosotros debéis liderar el futuro de la profesión.

Estimado José Antonio, sé bienvenido a la mejor profesión del mundo.

*Francisco Javier Lara Peláez es decano del Colegio de Abogados de Málaga