Desconfiad del cura cuando os hable del sol, de las cosas francas de la vida; creedlo, sin embargo,cuando os insinúe cosas de las sombras. Si es un verdadero cura viene de allí, y en zonas de claridad tendría que reconocerse forastero».

Me topé con este párrafo de Alejandro Sawa (Iluminaciones en la sombra) casi justo después de leer que un cura de Málaga había quitado de su parroquia, la del Santo Ángel, por la cara, dos obras del grandísimo pintor Eugenio Chicano. No eran nada irreverentes, claro, si no no habrían estado ahí colgadas tanto tiempo. Al cura no le gustan. Dice que no incitan al culto. Y lo dice él, que a lo que incita es a lo inculto. Con el clero hemos topado. Con un cura tal vez más partidario del cubismo, el barroco o el realismo. O tal vez solo de la censura. Pierde patrimonio la Iglesia y el cura logra mala publicidad para su gremio, respetable y respetado y muy querido por el que suscribe, que por eso mismo lo critica. Este cura es un verso suelto de lo absurdo. El Obispado no sabemos si dice algo o hará entrar al hombre antichicanista en razón artística. A mí me habría parecido bien que el sacerdote hubiera o hubiese retirado los dos cuadros apelando a un criterio artístico, o no, no sé, pero decir que no incitan a la religiosidad y cambiarlos por dos piezas de esas en serie que se compran por dos duros en un bazar, no parece que incite nada más que a la cutrez depresiva, al no entrar al templo e incluso a blasfemar, cosa de todo punto censurable pero esencialmente humana y comprensible en ciertos trances. Artistas varios y alguna entidad como la Fundación Museo de Málaga han pedido que se repongan los dos cuadros. También varios historiadores. No parece que se les haga caso. A los cómicos, pintores y artistas en general nunca les hemos hecho mucho caso. Así nos va. En ciudades como Palma se ha pedido a artistas modernos que hagan obras para su catedral o iglesias. Es obvio que así ganan atractivo e interés. E incluso turismo. Rezas y ves un Barceló. Aunque nunca le han faltado, no está la Iglesia para perder clientes. En fin. El cura acabará de comisario de una exposición. Seguro. De sinsentidos. A Chicano se lo disputan (gloriosa su exposición de paisajes andaluces que hubo en el Mupam) pero nosotros lo descolgamos de las paredes. Qué arte. Mándemelas a casa, hombre, que yo sí las quiero.