Se agotan los calificativos. Gesta, epopeya, hazaña, proeza... El Rincón Fertilidad está dispuesto a agotar todos los apelativos con los que definir su participación en competición europea. Preparadas para una nueva batalla, las chicas de Diego Carrasco ya están en cuartos. Batalla en la pista y en los despachos. Batalla sentimental. Batalla dentro de la guerra que está suponiendo competir en la máxima categoría y afrontar con ciertas garantías la fase final de la Copa de la Reina. El balonmano femenino de Málaga sigue escribiendo una bonita historia. Que no se detenga.

Como tampoco lo hizo Carmen Morales el sábado al acabar el partido. La presidenta de honor y además añado consejera consultiva, patrocinadora, paño de lágrimas, informadora, secretaria y guía, se pegó una carrera desde las gradas al finalizar el partido que bien hubiese firmado Sole en contraataque. Esprintó los treinta metros que separan las escaleras del pabellón y el centro de la pista para abrazar a la que seguro considera su segunda familia.

Allí, un exultante Diego Carrasco y Suso, su ayudante, se abrazaban a sus jugadoras, esta vez, quizás, con menos fervor que en otras ocasiones. El primero había soltado toda la adrenalina antes del partido en una emotiva charla dentro del vestuario. El segundo lo deja para las redes sociales, con esa mezcla de emociones propia que de quien sufre los avatares de una actividad poco reconocida. Reconozco que su mensaje llega. Y qué decir de la presidenta, Pepa Moreno, para quien su cara es el espejo de su alma. Montada en su particular montaña rusa, sufre como pocas pero disfruta, seguro, como la que más. Del martes al sábado vi a dos dirigentes. Del abatimiento y el cansancio que supone ir de despacho en despacho, a disfrutar de los éxitos de su equipo. Hoy estará más tranquila sabiendo que tendrá los apoyos necesarios para acudir a la cita de cuartos. Hoy no habrá llantos. Lágrimas sí, de alegría.

Alegría que también se traslada a Antequera. Los chicos de Lorenzo Ruiz lograron un valioso empate que les mantiene segundos en División de Honor Plata, una posición, que de mantenerse, les daría la opción de organizar la fase de ascenso a la máxima categoría del balonmano español, la Liga Asobal. Una actividad que bien podía ser la guinda a la celebración de «Ciudad Europea del Deporte 2018» por parte del consistorio antequerano y que vendría a restañar todas las heridas del pasado. La ciudad de Los Dólmenes y sus aficionados, cada vez más, lo merecen.

Dicen que en la casa del pobre las alegrías duran muy poco. Lo ratifico. Nos acostamos el sábado con el regusto que dejaron Rincón Fertilidad y Conservas Alsur Los Dólmenes al finalizar sus encuentros y soñamos con un domingo pletórico gracias al Gaes Málaga. No pudo ser. Los pupilos de Pepe Hidalgo sucumbieron ante el líder de la categoría y tendrán que seguir defendiendo la plaza que da derecho a jugar el ascenso. El pozo de la Primera División es demasiado profundo. Tortuoso. Complejo. Que se lo pregunten al cuadro antequerano. Queda tiempo. Hay mucha competición por delante. En la destreza de sus dirigentes para encontrar nuevos apoyos cara al futuro y en la habilidad del técnico para afrontar lo que resta de campaña, está el destino de la entidad. Málaga lleva mucho tiempo esperando a su Mesías. De momento, el único que aguanta es Manolo Rincón. ¡Gracias y adelante!