Según recogía nuestro último informe presentado el pasado 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, actualmente hay un 21,8% de mujeres andaluzas que, pese a tener un empleo, se hallan en riesgo de pobreza -muchas de ellas dedicadas al trabajo doméstico y de cuidados-. Una cifra que aumenta si consideramos a las mujeres andaluzas en paro, que en un 41% se hallan ante ese mismo riesgo. Estos alarmantes datos corroboran el hecho de que, si bien la pobreza actual no se asocia a un solo colectivo, cada sector de población presenta sus particularidades frente al riesgo a hallarse en situaciones de este tipo y unos factores específicos que lo intensifican.

Al hilo de ello, la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social ha celebrado esta semana una jornada bajo el título «La pobreza en femenino y de abajo a arriba», con un gran número de participantes tanto de las entidades sociales que conforman EAPN-A como a título individual. En esta sesión de trabajo se abordaron diversos temas como la violencia de género en adolescentes, las nuevas masculinidades y el enfoque de género en mujeres sin hogar. Cuestiones que despertaron mucho interés y un necesario debate sobre esa realidad que hemos dado en llamar la pobreza en femenino.

Se habló también de esa pobreza de abajo a arriba, de la que ya no escapan las clases medias, pero que sigue partiendo de quienes menos tienen y con efectos progresivamente más devastadores.

Y es que la pobreza actual se ha de entender como un hecho transversal. No se trata de unos pocos casos aislados, sino de un determinado contexto social que es su mejor caldo de cultivo. Dicho de otra forma: las causas de la pobreza no se reducen a cuestiones circunstanciales, la suerte o la toma de decisiones individuales; por eso la responsabilidad y la visión han de ser conjuntas.

La citada jornada se enmarca en la campaña de EAPN-A «La POBREZA con mayúsculas», que la Red viene desarrollando en los últimos meses y que continuará en los próximos (#POBREZAconmayúsculas). El objetivo es seguir ahondando en la complejidad de este fenómeno, incidiendo en que todos los actores sociales conozcan y reconozcan la importancia que tienen la pobreza y la exclusión social en el día a día de tres millones y medio de personas en nuestra comunidad.

No es vivir al día ni apretarse el cinturón, es pobreza con todas sus letras y con mayúsculas, y no por llamarla de forma diferente o mirar hacia otro lado podemos negar sus terribles efectos. Por eso la Administración Pública y la sociedad en su totalidad han de tomar conciencia cuanto antes de la trascendencia del momento actual y asumir medidas que nos permitan afrontar esta lucha conjunta, para la que aprovecharemos nuestra fuerza como Red con el fin de extender esa sensibilización.

*Reyes Campos es presidente de EAPN Andalucía