La izquierda, antinacionalista

Asombra que sea noticia de portada el que una presidenta del PSOE diga que la izquierda es incompatible con el nacionalismo. En el siglo XIX T. Veblen pronosticó que los trabajadores ganarían si no se dejaban adormecer en las arenas del nacionalismo. Ya vimos lo que pasó en Italia con el Duce, Jefe primero de los socialista y con el nazismo, nacionalsocialismo alemán; aquí, con el nacionalsindicalismo.

Hoy día resulta explicable que los territorios más cultivados, incluso con tractores, pero por grupos de personas menos instruidas en Cataluña, hayan podido ser inducidos al nacionalismo por un Gobierno catalán en posesión totalitaria -por interesado «descuido» de los sucesivos Gobiernos centrales-de la escuela y de los medios de difusión durante dos generaciones. Pero que gran parte de la izquierda de allí y del resto de España sea cómplice hasta hoy de un Gobierno tan corrupto, probadamente embustero y violento mientras y en lo que ha podido es, según los casos, el colmo de la ignorancia, de la cobardía o dela traición de esos autodenominados izquierdistas.

Diego Mas Mas. Marbella