No es periodístico, desde luego, eso no se lo voy a discutir. Pero hay que hacerlo. El tabaco mata, y se vende con normalidad en los estancos. El pasado miércoles un periodista volvía a casa bajo la intensa lluvia, después de trabajar, sorprendido por el tema de discusión de la tertulia deportiva radiofónica de la medianoche nada más sintonizarla. Ni la imagen del Madrid en París, ni el nuevo fracaso de Emery con el PSG en la Liga de Campeones, ni nada que se le parezca. El protagonista del debate era el clickbait, ese cáncer, esa lacra. Para los no iniciados, este palabro no es ni más ni menos que la tendencia de los periódicos digitales (este incluido, por supuesto), de ganar visitas, pinchazos, con titulares de cebo, para que el lector muerda el anzuelo y acabe leyendo una anécdota, un tuit o una conjetura. En este caso concreto, era Susana Guasch, periodista de Antena 3, la que hizo durante la retransmisión del encuentro del pasado martes un comentario irónico sobre la pronunciación del francés Mbappé... y se lió en Twitter. Y todos los medios digitales (incluso los generalistas tradicionalmente serios), publicaban: «El desafortunado comentario de Susana Guasch». Nosotros también, lo confieso. Y no les voy a engañar tampoco: no me gusta, pero tampoco me indigna que publiquemos noticias así. No me gusta la programación de Telecinco, pero no la voy a borrar de mi televisión. Ni me interesan las noticias del corazón, ni las corridas de toros, pero eso no significa que vaya a meterle fuego al Diez Minutos o al Semana en un kiosco o evite por todos los medios pasar por delante de La Malagueta. Estos cebos de clicks no son distintos a las piezas televisivas de los informativos deportivos o a las promociones que anticipan el estreno de un nuevo programa en esta cadena o aquella. Son la manera de ganar esas decenas o cientos de visitas que, en circunstancias normales, no entrarían a una web distinta a Facebook o Instagram. Son, si se permite la comparación, elementos decorativos de una casa cuyos verdaderos cimientos son los miles de expedientes caducados en la Gerencia de Urbanismo; el interés del Unicaja en fichar a un pívot; la crónica de un día histórico en la ciudad como fue el pasado jueves, 8 de marzo; el que sí que no del alcalde para presentarse de nuevo; una milagrosa recuperación del Málaga CF que le acabara dejando en Primera... Puede ser la pobre justificación de ese periodista que caminaba bajo la lluvia el miércoles después de haber compartido en el Facebook del periódico la foto de la modelo en Instagram de la que todo el mundo habla. Puede ser. Puedo ser.