Esto es como lo de los cuernos. Te enteras el último. De que todos tienen un máster menos tú. Y ahí están, disimulando, silbando, mirando para otro lado. Los creías iguales a ti y resulta que están masterizados. Y tú sin saberlo. Luego los pillas in fraganti y, claro, «no hombre, no, no es lo que tú piensas. Puedo explicártelo».

Lo esgrimirán y exhibirán, el máster, cuando convenga. Aumentan las búsquedas en Línkedin a ver qué máster tiene el otro y qué máster anuncia el currículo de la otra. ¿Habrá máster en rastrear másteres? Lunes, máster, miércoles. En máster, ni te cases ni te embarques. El máster lo carga el diablo. Otra cosa es que ese mismo diablo sea capaz de aprobarlo. Cifuentes está firmando su Trabajo de Fin de Carrera Política.

Es injusto decir que la Rey Juan Carlos es un cachondeo. Pero es innegable que hay mucho cachondeo ahí dentro. También en otras universidades y entidades públicas y privadas. Ahí tenemos a esa gran nómina de concejales y cargos públicos que han hecho gratis un máster por mor de un convenio que conviene a la institución o ayuntamiento (le da prestigio dar títulos a cargos públicos) y al edil, que se masteriza sin mucho esfuerzo ni asistencia y gratis. Pablo Casado dice que no se acuerda si fue o no a clase. Es decir, sólo hay dos opciones: o miente o es un hombre con tan poca memoria que queda invalidado para el servicio público. Es imposible no acordarse de haber ido a clase si el máster es máster y es presencial. Tanto va el cántaro a Cifuentes que al final dimitió. Si es que dimite. Cursar un máster es como echar un buen casquete, que a veces lo mejor es contarlo luego. O sea, lo suyo es decir que lo tienes. De todo este caso se van desbrozando varias conclusiones: cierta resurrección del prestigio del periodismo; cierto entierro del prestigio universitario o al menos de algunas de sus prácticas. Cualquier día sale un rector diciendo que se opone a eso de que «la experiencia es un grado». La experiencia es un máster. La experiencia dice que Cifuentes caerá finalmente como cayó Camps sin que sus casos fueran comparables. O sí.

Albert Rivera avisa de que apoyará la moción de censura si el PP no quita a Cifuentes. Eleva el tiro y habla de «trama de corrupción universitaria». Esto se anima. Las redes arden. Redes veredes, Sancho. Masterclass de conspiraciones.