Un sábado como ayer, donde la XV Muestra de la Participación Ciudadana y el Voluntariado llena de color el Paseo del Parque, mostrando la pujanza y vitalidad de las asociaciones malagueñas que impulsan todo tipo de acciones para atender las necesidades ciudadanas, es justo poner en valor aquellos programas que potencian el trabajo en red entre colectivos diferentes y potencian la colaboración entre administraciones públicas y organizaciones privadas. Éste es el caso de CaixaProinfancia, el programa de lucha contra la exclusión y la pobreza infantil de la Obra Social la Caixa que acaba de celebrar su décimo aniversario en la capital logrando que 272.000 menores puedan seguir soñando con ser en el futuro aquello que quieran.

Por encima de los resultados, más importante si cabe es la forma de trabajo de CaixaProinfancia, que colabora con más de 400 entidades sociales con las que se ha ido construyendo un camino conjunto al que se ha ido sumando los Servicios Sociales Comunitarios, conformando un binomio asociativo muy resistente, para poder estar a la altura profesional que exige la intervención socio-comunitaria. Este ejemplo de trabajo en red tiene como objetivo prioritario conseguir la Justicia Social, desarrollando mecanismos de actuación eficaces a través de dos grandes pilares: la creencia en las posibilidades de cambio de las personas y la transformación social.

De esta manera, partiendo de la implicación y la responsabilidad de instituciones, entidades sociales y las propias familias beneficiarias, que dedican mucho tiempo y esfuerzo en participar con sus hijos en hijas en las sesiones de refuerzo escolar, atención psicológica, educación en valores o logopedia podemos contar historias como las de Evelin y Rossmarie. Estas dos hermanas han logrado superar sus dificultades educativas en la Asociación Arrabal-AID y a base de hábitos, trabajo y esfuerzo han conseguido llegar a la Universidad, algo que creían imposible. Su alegría, fuerza y afán de superación llena de orgullo a Olivia Rosa, su profe en la entidad que las ha acompañado no sólo como docente sino como un verdadero referente en sus vidas.

Termino esta reflexión invitando a la ciudadanía a sumarse al carro de la acción social, que se acerque a la muestra de entidades organizada por el área de Participación Ciudadana todo este ´finde´ y se implique en aquella causa que más le convenza. De esta manera lograremos una sociedad más desarrollada y justa, donde nadie quede atrás en derechos y oportunidades. Al margen de la responsabilidad que tienen las administraciones, hacen falta personas comprometidas con los demás y el entorno que nos rodea y este fin de semana podemos dar el primer paso.

*Olivia Muñoz Martínez coordinadora de dinamización social en la Asociación Arrabal