Daniel Pérez presentó ayer la papela para ser concursante en las primarias socialistas para la alcaldía de Málaga. Que un hombre tenga todos los papeles en regla ya debe ser motivo para confiar en él. Siempre he profesado una decidida admiración por los que saben guardar los papeles. Clasificarlos. Tenerlos en fecha. Renovarlos. La lucha del hombre moderno será contra la burocracia o no será. Pero ahora viene lo más complicado, que en realidad para Pérez es fácil: recoger avales. No va a tener problemas, el partido ya lo ha bendecido de facto. Pero sobre todo, Susana Díaz le ha dado su plácet con esa política de gestos que ha tenido hacia él. A veces valen más los gestos que los avales. Y está hasta tasado, o sea, un poner: si la presidenta te da dos palmadas en la espalda en público, te da con alegre campechanía cuatro besos repartidos en dos actos distintos y te alude por tu nombre y apellido en un par de mítines, tal vez convalidas para ir en una lista. Ya por ejemplo una viceconsejería exige más besos y una llamada cuando estás con gente delante, y ella lo sepa, etc.

Pérez ha hecho, desde mediados de 2017, lo que hacen los gases nobles: ven un espacio libre y lo ocupan. Aunque lo hagan de manera poco noble, que no es el caso. Vio Pérez el hueco y lo llenó. De actos y presencias, fiestas, verbenas, peñas, cofradías, carreras populares, certámenes, besamanos, presentaciones y lo que se terciara. Era abrir el Twitter y allí estaba Pérez.

En esta ciudad, De la Torre estableció un modelo de ser candidato/alcalde y todos lo imitan. Hasta el día 10 hay plazo para que se presente un contrincante en las primarias. Rafael Fuentes, que fue un magnífico portavoz socialista en el Ayuntamiento, se descartó ayer en Facebook. Tal vez, opino, pudiera llegar a un acuerdo con Daniel Pérez e integrarse. O sea, ir de cinco o siete o una cosa así. El lema del candidato in pectore para este trámite es ´TodaMálaga´, que es lo que se responde cuando a uno le preguntan quién ha ido a determinados actos. El eslogan supone un llamado a la concordia y al transversalismo, sin embargo (en un futuro no se sabe) pero ahora los sondeos no dan más de nueve-diez ediles al PSOE. Y con suerte.

Dice Juan Cassá, de Ciudadanos, que a veces le da calorcito a Daniel Pérez por ver si entre los dos suman una mayoría absoluta que pudiera desalojar de la alcaldía al actual inquilino.

Daniel Pérez se lo está currando, se lo merece. Sale muy morenito en los carteles que le han hecho, como si hubiera encontrado el sol, él sí, dado que los demás estamos viendo si lo hallamos, en esta prolongación artificial del otoño, que nos trae lloviznas. Quiere hacer de Málaga «la capital del sur de Europa», dijo ayer. Es una frase de Pedro Aparicio. No sabemos si es una subliminada (de subliminal, no de sublime) para dar a entender que ese alcalde no lo consiguió y que él quiere intentarlo ahora o si es un guiño a ese socialismo apariciano, a esa política en general, de gente elegante y culta, de buenas maneras, nada merdellona. Alejada de la chocarrería en boga, o sea.