El PSOE ya tiene candidato a la alcaldía, Daniel Pérez, el candidato «non stop», como lo han apodado cariñosamente sus compañeros. Esta es una decisión de un partido de izquierdas, pero los partidos a la izquierda de la socialdemocracia también hacen sus cuentas en esta época convulsa en la que movilizar a los votantes de su nicho de mercado es tan importante, porque la alcaldía se disputa en un tris, en el área pequeña, y sólo los capaces de la filigrana más medida serán capaces de gobernar. Las cuentas de Unidos Podemos son también dignas de explicar, porque cualquier grupo puede hoy decidir el gobierno municipal. En el grupo, se han hecho proyecciones en base a las últimas encuestas de voto y son varias las conclusiones que sacan, siempre partiendo de la premisa que la formación morada e Izquierda Unida acaben concurriendo en coalición, después del error de 2015 del partido de Pablo Iglesias de integrarse en coaliciones y mareas, lo que acabó por primar en votos a personas y partidos que de otra forma jamás hubieran llegado a la corporación municipal. En primer lugar, creen que el PP puede sufrir un descalabro por el desgaste natural de los 23 años de gestión en la ciudad, a lo que ayudará, consideran, que la marca popular a su vez está lastrada por los escándalos de corrupción en todo el país. De hecho, creen que ese es el motivo que Paco de la Torre esté al frente de los suyos, que es un valor seguro para sus votantes. «El PP puede caer a un mínimo histórico de nueve o diez concejales, que es lo que sacó aquí Alianza Popular». A su costa, creen, crecería Ciudadanos, primer partido del país ahora mismo en intención de voto. Los naranjas creen que pueden doblar concejales, de tres a seis, y otras encuestas les dan siete u ocho. Serían claves en un futuro gobierno local. La izquierda cree que muchos de los votos del PP no acabarán en el seno de Juan Cassá, porque votantes populares convencidos se pasarán a la abstención. Ahora, es vital movilizar a su propio electorado. El centro derecha, creen, quedará dividido, lo que alterará la correlación de fuerzas general de los cuatro primeros partidos. Consideran que el PSOE se mantendrá, uno arriba uno abajo, y Unidos Podemos obtendría entre siete y ocho concejales. «Son horquillas muy pequeñas, no sabemos cómo van a sumar más allá de una proyección del voto». La mayoría absoluta está en dieciséis concejales, por lo que no estaría para nada garantizado un pacto de investidura PP-Cs. «Puede ser que PSOE y Unidos Podemos sumen dieciséis», consideran. Está por ver qué hará ciudadanos. En relación a Málaga Ahora, que cuenta ahora con cuatro concejales, están a la espera de ver si el partido de Ysabel Torralbo se suma a Unidos Podemos o no, ya que parece que podrían ir solos, algo que aún tienen que ratificar en los próximos meses. «Sin el paraguas de Podemos, vemos difícil que alcancen el mínimo para grupo, 17.000 o 18.000 votos», aclaran. Si se presentasen solos, «restarán votos a la unidad de la izquierda y beneficiarán a la derecha». Esta es la radiografía que hace la izquierda a la izquierda del PSOE. Habrá que ver en qué parte del terreno se juegan los cuartos las diversas formaciones, pero en estos tiempos caben todas las composiciones de gobierno. A ver qué pasa.