'La CUP y Torra', por M. G. Jorba Obiols

La CUP ha decidido permitir la elección de Torra como presidente, aunque reconoce que «les desagrada», «es un retroceso en sus objetivos» republicanos, y no es de fiar (Lluc Salellas, su portavoz). Todo un ejercicio de lógica y coherencia, propio de esas lumbreras de conciencia tan elástica. Máxime si tenemos en cuenta los orígenes de esa «dinastía republicana»: Un ‘muy honorable’ Pujol, ladrón y embustero durante décadas; un Mas, su colaborador en Hacienda, cada vez más desacreditado y perdedor que también tuvo que dejar su plaza a dedo a un Puigdemont, del que sobran los adjetivos; huido, ha ‘prestado’ su trono también a dedo a este Torra, títere que ante ese chollo no ha dudado en renegar de sus principios más profundos, incluso los racistas. ¿Cabe mayor forma de desacreditar el concepto de república, equiparándolo de hecho a las más vergonzosas repúblicas bananeras, peores sin duda que cualquier monarquía europea?

'Maltrato lingüístico', por Eva Martínez Bellido

Uno de los medios de comunicación que más maltratan la lengua es la televisión, donde encontramos programas de entretenimiento tipo magazines, talk shows o tele realidad protagonizados por personas que se convierten en comunicadores y no son conscientes de ello. Los consumidores absorben un registro incorrecto del idioma, vulgarizando el nivel coloquial lleno de tópicos y expresiones sin sentido. ¿Por qué? Porque los colaboradores de estos programas no están preparados para exponerse delante de un televisor y transmitir a la sociedad una lengua sin ser conscientes de ello. Es hora de dejar de consumir telebasura y empezar a disfrutar de los medios de comunicación impresos, donde la información se crea con mucho cuidado, consciencia y dedicación.