Los play off tienen un cierto parecido a la selectividad. Todo lo que has hecho durante el curso cuenta. Pero se comienza de cero. Y aquí da igual que vengas de un instituto público o privado. De un club con pasta o humilde. Lo que importa es el trabajo que has hecho durante todo el año. Todo eso suma a partir de ahora. Todos los conocimientos, los entrenos, el feeling€ Es clave. Pero el folio vuelve a estar en blanco. Y hay que escribir de nuevo. Partir de cero. Rellenar no sólo uno. Sino dos. Y tres, cuatro, cinco€ hay muchos partidos aún de aquí a final de Liga. Es el objetivo.

El Unicaja no es ese equipucho que hemos visto en el último mes. El Unicaja acabó la Euroliga y apagó algún botón inadecuado. Confundió descanso con relajación. Pasaron unas semanas y la desconexión parece haber sido completa. No hay baterías. No hay baloncesto. Ni cabeza ni piernas. El Unicaja se ha transformado en un equipo escuálido, endeble, horrendo. Ya ni compite, para disgusto de un Joan Plaza que transformó el descanso de sus hombres en ansiedad, por su incierto futuro, para crear un caldo de cultivo que ha hecho saltar por los aires todo lo bueno que se había hecho durante el curso.

Es hora de abandonar los malos hábitos y de recuperar todo lo bueno que se ha visto esta temporada. Que ha sido mucho, no lo olviden. El Unicaja ha ganado grandes partidos. El Unicaja ha tenido encuentro brillantes, minutos muy potentes. El Unicaja ha jugado, algunos días, casi de memoria. Y ahora, sentado en el pupitre, solo ante el folio en blanco y con una única pregunta en el encabezado (Baskonia), debe recuperar todo eso tan bueno que hemos visto.

No hay buen feeling entre técnico y plantilla. Y esto, se veía venir, huele ya a ciclo finalizado. Pero cómo salir de los sitios, cómo acabar etapas, es lo que al final deja el buen o mal sabor de boca, lo que se recuerda y permanece en la memoria del aficionado. Al igual que ocurrirá con la media plantilla que no seguirá en Málaga. En sus manos está ser recordados como héroes o como villanos. El final lo es todo. La nota de la selectividad es la que pondera sobre el resto del curso. El Unicaja tiene la oportunidad ante el Baskonia de comenzar de cero. Recordar que Málaga no se rinde. Que son sólo dos victorias las que necesita para llegar a las semifinales. Y punto. Pensar en la Euroliga, en la final o en cualquier otra historia sería estúpido e incoherente.

Ahora sólo importa comenzar de cero, recuperar la alegría por el juego, la confianza en el compañero de al lado, y encontrar ese momento inoportuno, ese rincón del vestuario, en el que la luz se apagó, para girar en sentido inverso el interruptor. No... No son tan malos estos tíos como se han empeñado en demostrar en el último mes. Y el entrenador, tampoco. A partir de ahora, eso sí, lo que pase, lo que suceda, ya será parte de la historia de este club. Para lo bueno o para lo malo. De este equipo es la responsabilidad. Ser dignos o tirar a la basura y en blanco un papel que merece aún más historias que contar.