Vaya tarde tuvo De Gea en el debut de España en el Mundial. Una tarde prima hermana de la que tuvo Loris Karius, portero del Liverpool, en la final de la Champions que disputó su equipo hace menos de un mes.

El fútbol es un deporte especial. Por ejemplo, está más definido que en otros deportes quiénes son los titulares y quiénes los suplentes. Es cierto que esto cada vez va evolucionando por el hecho de que los equipos juegan un número de partidos altísimo y es físicamente imposible que jueguen siempre los mismos. Pero el caso del portero es algo especial. El entrenador le da la confianza a uno y hace jugar al portero suplente para partidos o competiciones menores.

Cuando un portero, como el caso de De Gea, tiene una actuación como la del viernes, siempre surge la polémica de los que defienden que debe ser sustituido para el siguiente partido o los que piensan que se debe mantener la confianza en el mismo guardameta.Y es que a los porteros no se les perdonan los fallos, quizás porque un error de un portero cuesta un gol y, a veces, eso implica perder un partido. O una final, como en el caso de Karius.

No sucede igual con los delanteros, por ejemplo. Cuando un delantero falla un gol estando solo a puerta vacía también puede implicar perder un partido o no ganar una final. Pero al jugador de campo no se le crucifica de igual manera. Incluso a veces ni siquiera se le critica. Pensar en cambiarlo para el siguiente partido es casi una quimera. Os pongo un ejemplo. Es cierto que Ronaldo, una estrella indiscutible, ha marcado muchísimos goles. Pero a nadie se le escapa que también ha fallado muchos. Sin embargo nadie discute que debe ser titular cada vez que juega con su equipo.

Pues bien, el partido del viernes ha abierto este debate. ¿Debe ser suplente De Gea en el partido del próximo miércoles contra Irán? Cuando terminó el partido Hierro parece que zanjaba el tema declarando que De Gea es uno de los nuestros y que tiene la máxima confianza. Es de la familia y no dejamos tirado a alguien de la familia, dijo. Una frase un poco curiosa puesto que Kepa y Reina entiendo que también son «de los nuestros» y deben tener la misma confianza, puesto que por eso están convocados para disputar el Mundial. Y también serán de la familia, digo yo.

Hay quien defiende que si cambias al portero para el próximo partido lo «matas». ¿Eso quiere decir que si el miércoles no sale titular Koke, por ejemplo, está «muerto»? ¿O te cargas a Nacho, que hizo un muy buen partido y marcó un golazo, si se queda en el banquillo para que juegue Carvajal? Sin embargo, con el portero sí se piensa que lo destrozas anímicamente si lo sustituyes.

No sé qué se debe hacer. Lo que tengo claro es que haga lo que haga el seleccionador será criticado. Si hace titular a Kepa, muchos dirán que acabó con De Gea. No quiero ni pensar si encima el portero vasco comete un error. Pero si mantiene a De Gea y sigue mostrando las dudas del primer partido, ya no solo recibirá críticas el jugador, sino que también se señalará al entrenador como responsable.

La realidad es que sin portero no se puede jugar. Ya no es porque pare más o menos, sino porque es fácil que traslade su nerviosismo y sus dudas al resto del equipo. Pero es que, además, yo no entiendo mucho de fútbol pero me da que ganar un Mundial recibiendo tres goles por partido es muy complicado. Dejar tu portería a cero me parece fundamental.

El marrón es para Hierro, puesto que algo hay que hacer. O bien trabajar psicológicamente con el portero del Manchester mostrándole toda la confianza. En este caso creo que sus compañeros deben mostrarla también. O por otro lado hacer un cambio en la portería y darle la oportunidad a Kepa.

Cualquiera de las dos decisiones tiene sus riesgos y sus beneficios. Lo que esperamos todos es que, sea cual sea la decisión que tome nuestro seleccionador, acierte y consigamos vencer el miércoles como segundo paso para ganar el Mundial el próximo 15 de julio. El equipo ha superado la destitución del entrenador dos días antes del primer partido así que todo es posible. Mucho más ahora que ser campeón del mundo ha dejado de ser un sueño para el fútbol español.