Hace días publiqué en este diario mi opinión favorable a una reforma de la Iglesia.

Hoy me planteo esta pregunta al haber escuchado en el programa de la Cope ´El espejo de la Iglesia´ la opinión del Prefecto para la doctrina de la Fe opuesta tajantemente a dicha ordenación. Me pregunto en qué pasaje evangélico se proscribe tal ordenación, cuando Jesús fundó un grupo de discípulos (¿y discípulas?) cuya misión era la predicación del Reino de Dios a todos los pueblos. Los 12 apóstoles, ¿fueron sólo varones, no pudo haber también alguna apóstol entre las seguidoras de Jesús? Sabemos del valor simbólico del 12 (como de otros números) en los textos bíblicos, pero aún ateniéndonos a su precisión, ello no quita que también la mujer se pudiera encargar de tareas sacerdotales (o, al menos, diaconales, de servicio) como sucede en otras Iglesias cristianas de origen luterano.¿No estaremos cayendo en una postura machista que el propio Jesús rechazó al rodearse de mujeres. Bástenos unos ejemplos extraídos de los Evangelios Canónicos.

Mateo: «Lo seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania» (4,25). Cura a una mujer con flujos de sangre (9,20-22). Diálogo con la cananea (15,21-28). Contra letrados, fariseos y sumos sacerdotes (capítulo 23). ¿Qué haría ahora si volviera Jesús...? Parábola de las 10 muchachas (25,1-13) La unción en Betania (26,6-13). Aparición a las mujeres (28,1-10).

Marcos: Resurrección de la hija de Jairo ( 5,21-43). Curación de una mujer siria (7,24-30). Entrada triunfal en Jerusalén (11,1-10), ¿sólo con hombres?

Lucas: Una pecadora riega con sus lágrimas y besa los pies de Jesús (7,36-50). «Lo acompañaban los 12 y algunas mujeres como María Magdalena, Juana, Susana y otras muchas» (8,1-3). Marta y María (10,38-42). También encontramos ejemplos en los Hechos de los Apóstoles que omito para no extenderme demasiado.

El profesor de la Complutense y experto en Nuevo Testamento Antonio Piñero cita cómo había discípulas y seguidoras de Jesús, basándose en los Evangelios Sinópticos. Enzo Bianchi, nombrado consultor del Consejo Pontificio por el papa Francisco, afirma en su libro Jesús y las mujeres que las discípulas estaban presentes en la muerte de Jesús, cuando sus discípulos lo abandonaron en la detención de Getsemaní. Este autor las llama ´Mujeres apóstoles del Resucitado´. Y finalmente, el evangelista Juan otorga un papel primordial a María Magdalena, como cercana a Jesús y primer testigo de la Resurrección. También él la considera ´Apóstol de los Apóstoles´.

¿Qué razón existe, pues, para no ordenar a las mujeres? ¿Cómo vamos así a lograr la tan deseada unidad de los cristianos? ¿No estamos marginando a la mujer como yo mismo sostenía en mi anterior artículo?