La Semana Mayor no acaba en la capital. En muchos rincones de la provincia, como en Marbella, también se celebra con gran intensidad, sobre todo en el primer día de procesiones. En la Perla del Mediterráneo también hay una antigua y venerable tradición cofrade que pasa de padres a hijos y que cada año, además, atrae a muchos turistas. Así, la Semana Santa arrancó ayer en la ciudad con la marcha procesional de La Pollinica, en un Domingo de Ramos que inundó las calles del casco antiguo de hojas de palma, túnicas blancas y capirotes rojos y verdes para acompañar a sus santos titulares Nuestro Padre Jesús de la Misericordia a su entrada en Jerusalén y María Santísima de la Paz y la Esperanza, que este año estrena peana, según destacó el albacea general de la Cofradía de La Pollinica, José Sánchez.

Los cirios, el incienso y las hojas de palma recorrieron las estrechas calles del casco antiguo al paso de los santos titulares, que estuvieron acompañados por unos 400 nazarenos, en su mayoría niños, con salida en la Capilla San Juan de Dios a las 18.oo horas, pasando por lugares emblemáticos como la Plaza José Palomo, la avenida Ricardo Soriano a la altura del Parque de la Alameda, la calle Huerta Chica -inaugurada el pasado viernes-, la plaza Puente Ronda, las calles Peral, Virgen de los Dolores, Nuestro Padre Jesús Nazareno o la avenida Nabeul para regresar a su templo.

Marbella se transformó así en Jerusalén por unas horas, donde una multitud de vecinos acudieron al centro de la ciudad para mostrar la veneración a sus imágenes más queridas en una tarde despejada en la que no se temió por la lluvia y en la que sesenta hombres de trono portaron al Cristo, una talla realizada en los talleres sevillanos de Juan Angulo, destacando en su diseño elementos barrocos con líneas quebradas y volúmenes alternos, decorado además con un olivo y claveles rojos y rosas sobre una base de corcho montado de manera artesanal por los hermanos cofrades.

El cortejo fue abierto por la agrupación musical de La Pollinica, que interpretó un repertorio de 32 marchas entre las que destacaron el Himno Nacional, Gloria a ti Señor, Estrella Reina del cielo, Caridad en tu mirada o Contigo hasta el cielo, entre otras.

La virgen María Santísima de la Paz y la Esperanza estrenó peana para su salida procesional, realizada a mano en los talleres de Fuengirola y porta una imagen del siglo XVIII atribuida al escultor antequerano Miguel Márquez García a hombros de 54 hombres, un cortejo que fue abierto por la agrupación musical La Lira, de Pizarra. El trono iba exornado con claveles rosas y con cirios de cera natural como novedad, destacó Sánchez.

El desfile procesional tuvo momentos especiales como la salida de la capilla de San Juan de Dios, el canto litúrgico del Pescador de los hombres a ambos tronos por parte de los alumnos del colegio Bocanegra, el encuentro de las imágenes en la Plaza José Palomo con sus respectivas mecidas y el encierro en su santuario, señaló el albacea general de la Cofradía de La Pollinica.

Entre las miles de personas que asistieron al desfile, hubo numerosos aplausos, oraciones, lágrimas de emoción y hasta alguna que otra saeta, dedicada a los titulares de esta señera cofradía marbellí, que cada año afianza su magisterio en la calle, haciendo profesión de fe en cualquier parte de su recorrido.

La Semana Santa se presenta con una excelente climatología, una ocupación hotelera que rozará el 80% en Marbella y unos tronos procesionales que se presentan a todas las luces como principal foco de atención para vecinos y visitantes y que continúan hoy, Lunes Santo, con la salida de la Hermandad del Santo Cristo de la Veracruz, una cofradía que también levanta gran devoción entre los marbelleros y muchos visitantes.