Pese a la tradición caballista de la provincia, el público no respondió en la segunda corrida del abono del ciclo ferial agosteño en La Malagueta. El primero de los dos espectáculos ecuestres anunciados presentaba el aliciente de ver en el coso de Reding al caballero madrileño Sergio Galán, triunfador del último San Isidro. Además, el siempre vistoso rejoneador Joao Moura hijo y, por supuesto, el malagueño José Antonio Mancebo, que debutaba por fin en su plaza desde que en agosto de 2009 tomara la alternativa en la Feria de Antequera.

Como es habitual, el paseíllo de los caballeros fue especialmente vistoso por la belleza de los caballos y la demostración de doma que los rejoneadores realizaron. Sergio Galán vistió chaquetilla gris, José Antonio Mancebo lució un terno color avellana y el rejoneador portugués Joao Moura hijo llamó la atención por su atuendo a la Federica, el traje tradicional de los caballeros lusos.

La banda de Miraflores y Gibraljaire, dirigida por el maestro José María Puyana, fue otra de las grandes protagonistas junto a los toros, los jinetes y los caballos, ya que, como manda la tradición, interpretó pasodobles en cada uno de los tercios de banderillas de la tarde.

El rejoneador malagueño se presentó en su ciudad parando al primero de su lote con la garrocha y presentó una cuadra muy bien cuidada y que mantiene en la Hacienda la Esperanza, la finca familiar que los Mancebo tienen en Cártama, donde José Antonio entrena con ahínco y doma a sus caballos para continuar con la tradición de esta saga, que ya conoce lo que es el éxito en el toreo a caballo merced a Paco Mancebo, uno de los rejoneadores más reconocidos de los años 60.

El poco ambiente en los tendidos se tradujo igualmente en los burladeros. Desde que el pasado 6 de agosto se iniciase el Certamen Internacional de Escuelas Taurinas La Malagueta Jacobo Florido, diputado de Turismo y Promoción de Territorio, y Fran Oblaré, vicepresidente de la Diputación Provincial, no se han perdido un solo espectáculo junto a Antonio Luis Roche, asesor en materia taurina del ente supramunicipal. Además, en el burladero de Diputación también estuvo el concejal de Juventud, Luis Verde, junto a Verónica Jiménez Fortes. Por parte de la empresa, Óscar Martínez y su hijo Pablo, representantes de Chopera Toros, no se perdieron un detalle de todo aquello que aconteció en el ruedo.

Lamentablemente, La Malagueta sigue manteniendo algunos vicios que parecen intrínsecos a su público, como los movimientos en el callejón durante la lidia, con la peligrosidad y el riesgo que ello conlleva a los profesionales que se están jugando la vida en el ruedo. Ayer, una pareja entraba a uno de los burladeros tarde y entorpecía a unos de los auxiliadores de Sergio Galán en el primero de su lote. En la vuelta al ruedo que dio Galán en el que abría plaza su cuadrilla recibió como regalo una sandía que guardó en el callejón hasta el término de la corrida.

Poco más que los abonados. Desde el año 2009 el número de abonados en la Plaza de Toros de La Malagueta ha ido en descenso hasta llegar a los 1.500 de la presente temporada. No significa esto que el interés por la fiesta esté en descenso, porque en este sentido hemos presenciado cuatro días de clases prácticas en los que el público ha acudido masivamente a La Malagueta.

Sin embargo, la situación económica y la percepción que buena parte del público tiene del elevado precio de los abonos han hecho que de los más de 5.000 abonados de la Feria de 2009, a la que acudió el diestro José Tomás, se haya pasado al número actual.