El recinto del Real, el Cortijo de Torres, mantiene la esencia de la Feria tradicional, de ésa en la que el caballista te invita a dar un paseo en su jaca, o bien aquella en la que cada compás dicta los movimientos de los volantes de los vestido de flamenca. Una Feria para todos los públicos, para aquellos que buscan disfrutar de una forma sana, sin ruidos.

Para María Ramos, una joven malagueña que ha venido con sus amigas al Cortijo de Torres, el ambiente que se respira en el Real es el que ha perdido la Feria del Centro: «Aquí caben todos: si quieres bailar, comer, beber. Todo tipo de música. La Feria del Centro dejó de tener ese ambiente, se ha convertido en un botellón». Así de clara se muestra Ramos, quien, claro, decide venir al recinto con traje de flamenca, al igual que sus amigas.

Casetas con ambiente familiar, joven y distendido en una Feria en la que el objetivo único es disfrutar. Han sido muchos los que se han sentido obligados a abandonar las atestadas calles del Centro de Málaga para lucir la indumentaria típica de estas fiestas: el traje de flamenca. En este sentido hay unanimidad. Para vestirse de gitana no hay duda de que el recinto ferial es el lugar ideal.

Lourdes Reyes visita el Real desde hace muchos años. «Me gusta venir al Cortijo de flamenca, aquí hay más espacio, es más cómodo y el aire corre más» dice Reyes, quien forma parte de un grupo numeroso de familia y amigos entre los que se encuentran Vanesa Cuenca y Mariví Arias. Ellas también confirman que su paso por el Real es visita obligada: «Aquí hay un ambiente mucho más bueno, el tiempo acompaña para vestirse de flamenca y los caballos dan el toque especial y bonito de cualquier feria que se precie», asegura Cuenca, aunque, entre risas confiesa que más que los caballos, le gustan los caballistas.

Mariví Arias reivindica el uso del traje típico de malagueña: «Es cierto que el traje de volantes es el que más se lleva, el que más se vende, pero no podemos olvidarnos de nuestras tradiciones y de nuestro vestido de rayas con lo precioso que es», recuerda Arias.

Heidi Jiménez es una granadina que desde hace muchos años visita las fiestas mayores de la capital de la Costa del Sol. Este año ha decidido visitar esta zona de la Feria en el que es su primer día de estancia en Málaga. «El ambiente es muy bueno, y lo mejor que tiene el Real es que hay tanta oferta que todas las necesidades están cubiertas. Por la noche no me perderé la iluminación de estas calles», promete Jiménez.

Son muchos los jóvenes que, lejos de los tópicos, deciden vivir la Feria tradicional. Fernando España muestra su descontento por este tema: «Parece que siempre somos los jóvenes los que hacemos botellón, los que creamos peleas y los que damos mal ambiente a la feria, y eso no es cierto, porque yo he visto cómo hombres hechos y derechos no saben vivir la Feria. Yo soy joven y no me gusta el desfase que se vive en el Centro; por eso vengo al Real: aquí está la feria que todos queremos tener».

Nuria Alba es una de las bailaoras del grupo de Marisa Vera que en la tarde de ayer actuaron en la caseta de La Paz. Para Alba, este año la crisis se ha notado en la cantidad de sillas vacías de las peñas. «Este año el recinto está más vacío, es una pena. Es obvio que la crisis obliga a muchas familias a no venir a la Feria, o en el mejor de los casos, a reducir las salidas», reflexiona Alba.

Es cierto que esta caída en el consumo con el paso de los días supone una cierta caída de moral en los comerciantes. Juan García, dueño de la caseta El Sombrero, espera al menos cubrir costes: «Este año estamos preocupados, pero aún guardo esperanza por lo menos para que con los beneficios pueda cubrir los costes porque este año la crisis se está notando mucho. La gente sólo entra por las degustaciones y se van», se lamenta García mientras sigue cruzando los dedos.

Los caballos son los grandes protagonistas del Real. Salvador Jiménez es el cochero de uno de los carromatos que se ven en el recinto. Para Jiménez es importante recuperar la figura del caballista en la Feria del Centro. «El Real es el mejor sitio para nosotros, pero lo ideal sería que al menos el primer día pudiéramos estar en el Centro; así también se podrían beneficiar a los comercios de calle Victoria», sugiere.

Ayer se celebró el Certamen Ecuestre Memorial Juan Alda, un concurso «importante y necesario» según Manuel Baena, miembro del jurado y vocal de la doma vaquera de la Federación Andaluza de Hípica. «No se puede llevar un caballo vestido de cualquier manera, y con este certamen premiamos esas buenas maneras necesarias», cuenta Baena. Y ya tenemos ganadores: Ángela Pino y Jesús Vílchez se alzaron con el primer premio al mejor conjunto caballo amazona y caballo jinete, respectivamente.