No todo es Mena y la Legión en este Jueves Santo. Miles de malagueños y turistas se han acercado a lo largo de toda la mañana a las casas de hermandad de las diferentes cofradías que procesionan a lo largo de la tarde. Así, en Zamarrilla ha tenido lugar el encendido de velas a las once y media y la camarera de la Virgen de la Amargura Pepi Fernández Peláez ha recibido, tras décadas vistiendo a la dolorosa, la rosa de Zamarrilla.

En la casa hermandad del Paso y la Esperanza el museo ha permanecido abierto toda la mañana y cientos de turistas y cofrades se han acercado a ver al Nazareno y a la Reina del Perchel ya en sus tronos de procesión. Las ofrendas florales han sido continuas. También ha habido numerosas visitas en la sede de la Cena, con el trono del Señor y de la Virgen de la Paz ya preparados para el desfile de la tarde, y en la casa hermandad de Viñeros, donde la Señora del Traspaso y la Soledad lucía un rostrillo cruzado y un halo rememorando a las soledades clásicas, ha explicado el hermano mayor de Viñeros, Leopoldo Guerrero. Al filo del mediodía, también se ha producido el traslado de las imágenes del Señor del Sepulcro y la Virgen de la Soledad desde la abadía cisterciense de Santa Ana hasta la casa hermandad de Alcazabilla.