La incertidumbre se apoderó en la tarde del Lunes Santo de la cofradía de los Estudiantes de Antequera. Dos veces se reunieron los miembros de la Junta de Aguas para tomar una decisión, marcada por la meteorología. Finalmente, una hora y cuarto más tarde de lo establecido inicialmente y a eso de las ocho menos cuarto, la hermandad iniciaba con gran satisfacción su estación de penitencia que le llevó a discurrir por las principales calles de municipios del centro de Andalucía.

La iglesia de San Francisco fue testigo de muchas emociones, que al final se transformaron en abrazos de alegría cuando la Junta Directiva confirmaba a través de la megafonía la decisión final. Con traje y corbata negra, camisa blanca y banda verde, uniforme habitual, los hermanacos salían ya casi de noche y mirando al cielo de reojo del templo antequerano con la ilusión de ver a sus pasos procesionando por las calles de la ciudad del Torcal.

El Nazareno de la Sangre abrió la procesión, único Cristo que en la Semana Santa de Antequera desfila bajo palio, con la talla de 1580, creada por Diego de Vega. La cruz estrenó su remate en plata tras finalizar la primera fase realizada por Blanca Alarcón. Por su parte, el Santo Cristo Verde ocupó, como habitualmente, el ecuador del cortejo procesional, siendo el Cristo más antiguo que procesiona en la Semana Santa de Antequera, ya que data del año 1543.

La procesión se cerraba con la Virgen de la Vera Cruz, hermosa talla que en 2016 cumple 402 años. El paso se encuentra inmerso en una renovación casi por completo. Destacaron especialmente los candelabros, en los que la madera y la plata se mezclaron por primera vez. La Virgen también estrenó en el trono las bambalinas del palio y el manto, todo ello sin bordar.

Uno de los momentos álgidos de la procesión fue el paso por la calle Duranes, donde los hermanacos mecieron las imágenes al son de las marchas procesionales y se produjo un intenso momento entre los devotos, que aplaudieron sin descanso.

La procesión llegaba a su templo pasada la medianoche. Allí, se volvió a producir un último encuentro ya tradicional en el que el Nazareno de la Sangre realizó un giro casi imposible en el interior del templo franciscano para después encontrarse con Nuestra Señora de la Vera Cruz.

Al son de la música procesional de la Banda de Cornetas y Tambores y la Banda de Música de la Vera Cruz de Almogía y la Banda de música de Municipal de Casabermeja se puso fin al lunes estudiantil en Antequera, cargado de emociones y muchos nervios.