Con un ferrocarril que a estas alturas del siglo XXI sólo llega a Fuengirola, los residentes extranjeros en la Costa del Sol siguen viendo Málaga como una enorme desconocida a la que les cuesta desplazarse en autobús y mucho más en coche.

Por tercer año consecutivo, el programa Málaga Sensaciones, una iniciativa del economista malagueño Nacho Mata, muestra a este olvidado colectivo la Semana Santa de Málaga.

Ayer, más de medio centenar de suecos (y algún noruego) conocieron los misterios del Martes Santo y lo hicieron con mucho respeto, curiosidad y con la capacidad de asombro intacta.

La primera parada, en la plaza de San Francisco para visitar la casa hermandad de La Paloma, en la que de la mano de Nacho Mata, en perfecto inglés, fueron conociendo la historia de la cofradía, mientras Antonio, hermano de La Paloma, aportaba los datos más curiosos.

Caras de asombro al toparse con el trono más grande de la Semana Santa, el de María Santísima de la Paloma, y saber que pesa de 4 a 5.000 kilos y es llevado por 280 hombres de trono durante todo el recorrido, sin turnos como en Sevilla.

Nacho Mata toca la campana del trono del Cristo de la Puente y los visitantes escudriñan el cutis montañoso del Berruguita. En un momento de la visita, posan para el fotógrafo bajo los varales de la Virgen, «la única de ojos verdes de Málaga», precisa Nacho Mata.

«Estoy abrumado, no hay palabras, es fantástico», confiesa Eilef Johannesson, un noruego que aunque admite haber visto procesiones en otras ciudades de España, dice que «nunca he visto nada como esto».

Birgitta, profesora sueca de español, hace muchas preguntas a uno de los hermanos, quiere saber cómo se financia y qué tipo de obras hace una cofradía y recibe las explicaciones sobre las importantes obras sociales que salen de la Semana Santa.

Una oh de asombro, que parece haber sido soltada por un coro entrenado, resuena en la casa hermandad cuando, para demostrar cómo puede pasar un trono tan grande por unas calles, a veces tan pequeñas, un inmenso arbotante del trono de la Virgen se pliega hacia adentro.

Nacho Mata y Antonio continúan con las explicaciones mientras unos hermanos colocan los claveles en el trono del Cristo. Uno de los visitantes aprovecha para subirse a la escalera y tener una visión privilegiada del trono del Cristo, cuya talla luce una de las sayas más antiguas y valiosas de la Semana Santa.

Por si hubiera dudas, el economista malagueño aclara una posible duda: «Los capirotes de los nazarenos no tienen en absoluto nada que ver con el Ku klux kan, son mucho más antiguos».

Sus explicaciones tienen como banda sonora el trono del Nazareno del Rocío, que en ese momento pasa por Carretería.

Cuando el grupo sale de la casa hermandad, se aproxima la Virgen del Rocío y aumentan las caras de asombro. Una bonita casualidad hace que el trono se pare justo delante del grupo de suecos, algunos de los cuales preguntan a los hombres de trono sobre la duración del recorrido y fotografían a la Novia de Málaga.

«Es algo magnífico, habíamos visto procesiones pero nada igual, y en Suecia es todo muy diferente», cuenta un matrimonio, que ha departido unos segundos con algunos hombres de trono. Se marcha el Rocío y el grupo de Málaga Sensaciones se prepara para recorrer Carretería y ver al Nazareno del Rocío y luego, para disfrutar con Las Penas y El Rescate. Gracias a Málaga Sensaciones, el Martes Santo tuvo un toque sueco repleto de curiosidad y asombro.