La alegría y la tristeza se mezclaron ayer entre los miembros de la cofradía del Rescate de Antequera. Los fantasmas de la lluvia, que había hecho acto de presencia durante la mañana y el mediodía del Martes Santo, parecían haber desaparecido y la hermandad inició su estación de penitencia de manera puntual, a las siete y media de la tarde. La iglesia de la Trinidad se abrió para que las imágenes de Nuestro Padre Jesús del Rescate y de María Santísima de la Piedad salieran y procesionaran por las calles más emblemáticas de la ciudad del Torcal.

La Virgen de la Piedad encabezaba el cortejo procesional, siendo ésta una circunstancia única en la Semana Santa de Antequera. Un total de 74 hermanacos, entre ellos tres mujeres, portaron a la titular del Rescate con ilusión y sentimiento. Circunstancia especial fue la de una familia de seis hermanos, un hijo y dos primos, que compartieron trono.

La imagen de la Virgen estrenó ayer un escapulario diseñado por Ángel Sarmiento, mientras que en su mano llevó un pañuelo inglés del siglo XIX realizado en punto de duquesa y procedente de Londres. Asimismo, la Piedad lució por primera vez en procesión un rosario plata y azul, obsequio de la Junta Joven, y vistió con la saya blanca que estrenó con motivo del 50 aniversario de su salida procesional, el pasado 15 de agosto.

Cerrando el cortejo, el Moreno de la Cruz Blanca levantaba devoción entre los presentes. Un total de 50 hermanacos, que van heredando su puesto de padres a hijos, mecían el paso para elevar la túnica, nueva y aún sin bordar.

Sin embargo, en torno a las nueve de la noche, apenas recorridas las primeras calles previstas en el itinerario, la lluvia hizo acto de presencia. La meteorología no permitió que la cofradía hiciera su entrada en la carrera oficial, por lo que el cortejo procesional tuvo que recortar su camino para dirigirse con paso acelerado y entre los vítores de los devotos hacia su barrio, el de la Trinidad.

Antequeranos y visitantes se quedaron sin poder disfrutar del majestuoso encuentro al llegar a la Cruz Blanca.

En torno a las diez de la noche y aún con el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores de la Vera Cruz de Almogía y la Asociación Musical San Isidro Labrador de Churriana, las imágenes de Jesús del Rescate y la Virgen de la Piedad se acercaron a las puertas de la iglesia de la Trinidad, templo donde permanecerán hasta el Martes Santo de 2017, en el que esperan que el cielo les permita realizar su estación de penitencia con total normalidad.