Ya estamos en cuaresma, por las calles del centro se respira olor a incienso y a cera de vela derretida. Se ve a los cofrades caminando por la calle con “La Saeta”. Los autobuses se llenan de jóvenes cofrades ilusionados con sus túnicas en mano. Las tiendas propias de la época se llenan de familias ansiosas por comprar todos los enseres necesarios para que en ese día nada falte. Los actos preliminares se llenan de público cofrade y no tan cofrade que desean ver a los titulares de cada hermandad procesionando por las calles con todo el esplendor característico de la época. Ya estamos, ya estamos en Semana Santa, tan solo un par de semanas restan para ver al Señor de los Niños junto a su Madre, la única de toda la semana que va con una sonrisa en la boca para dar paso a la semana grande de Málaga.