Sobre hombros legionarios y entre oraciones de cientos de penitentes. Es la imagen que un año más la cofradía del Mayor Dolor ha dado al Miércoles Santo antequerano.

La cofradía comenzó sus actos y cultos por la mañana con la tradicional misa de doce, en recuerdo del autor de las tallas, Andrés de Carvajal, que dotó a la parroquia de San Sebastián de la imagen del Señor del Mayor Dolor a cambio de que a su muerte las campanas de la iglesia redoblaran. Tras la eucaristía, los fieles devotos formaron una larga fila para llevar a cabo el besapié a la venerada imagen del Santísimo Cristo del Mayor Dolor.

Pasadas las dos menos cuarto de la tarde, los miembros de la Escuadra de Gastadores y Sección de Honores del Grupo de Caballería de la Legión Tercio Gran Capitán con sede en Melilla llegaban a San Sebastián, donde se aglutinaban cientos de fieles esperando el tradicional traslado del Cristo, del altar mayor a su trono.

Tras la mañana de traslado, mirando al cielo como viene siendo la tónica general durante estos días de Pasión, la cofradía salía a la calle un año más para cumplir con su estación de penitencia, en un año en el que la junta de gobierno en cabildo general volvió a apostar por pasar por la céntrica Alameda, rodeada por sus naranjos, hasta las inmediaciones de la plaza de toros y la monumental Puerta de Estepa. En este enclave se produjo uno de los momentos más emotivos del desfile procesional, ya que el cuerpo militar de la Legión rindió honores al Señor, ante la mirada expectante del público que aguardaba en ambas aceras, en una calle donde la cofradía del Mayor Dolor ha roto el hielo procesionando por zonas nuevas debido a las zonas de expansión de la ciudad del Torcal y a la población que comienza a residir en las mismas.

El público también vivió de manera especial el paso por la Alameda, cuando las dos imágenes procesionales del Miércoles Santo antequerano se encontraron de frente, debido a la anchura de la vía y alrededor de las mismas cientos de devotos, tanto del Señor como de la Virgen del Mayor Dolor, les escoltaban de manera excepcional.

A continuación la cofradía pasó por la carrera oficial saludando también a la patrona mariana, la Virgen de los Remedios, y, una vez pasada la vía principal de la ciudad, la cofradía se fue acercando hasta su templo.

Novedades. La cofradía del Mayor Dolor también incorporó novedades a su desfile procesional de este pasado Miércoles Santo. Ya el pasado año la hermandad confió en artistas antequeranos para seguir mejorando el patrimonio de sus titulares. Bartolomé García Pérez talló la segunda canastilla al completo del trono del Señor, mientras que José Rodríguez comenzaba a bordar las bambalinas frontales del palio, en el que destaca el bordado de la flor de lis tan característica de esta imagen mariana. Además, Blanca Alarcón rediseñó la corona de la Virgen sobre una base existente datada en el siglo XIX por el orfebre Joaquín de Lara.

Unas novedades que se han completado este año con la restauración de las dos imágenes por Marisa Olmedo del Taller de Restauración local, y el estreno al completo del trono terminado en madera por Bartolomé García y el bordado de la bambalina exterior trasera de la Virgen del Mayor Dolor, realizada por José Rodríguez.