La Semana Santa de Ronda vivió anoche uno de sus momentos más esperados con el desfile procesional de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Columna y María Santísima de la Esperanza. Cientos de rondeños se congregaron expectantes momentos antes de las ocho de la tarde junto a la parroquia de San Cristóbal, sede canónica de la hermandad. Una hermandad de barrio, con multitud de niños y que cuenta con más de un millar de hermanos, de los que procesionaron unos 725.

Además, con la peculiaridad de que se trata de la única de la ciudad en la que participan tres bandas de música: la Banda de Cornetas y Tambores Dolores Coronada, de Álora, tras la Cruz de Guía; la Banda Municipal de Osuna (Sevilla), acompañando al Misterio; y la Banda de Música Arunda, tras el Palio de la Novia de Ronda, sobrenombre con el que se conoce en la ciudad a María Santísima de la Esperanza, ya que en 1976, tras la reorganización, todos sus vestidos y joyas habían desaparecido, por lo que procesionó con un vestido de novia donado por una vecina de San Cristóbal. La Columna cuenta incluso con hermanos horquilleros residentes en Bruselas, que también participaron en el desfile. Entre los estrenos, destacó la restauración completa del juego de mariquillas para la Virgen de la Esperanza.

A las once de la noche fue el turno para la Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Mayor Dolor, el Silencio, que procesionó por las calles de Ronda desde la Colegiata de Santa María La Mayor, después de que el año pasado no pudiese hacerlo a consecuencia de la lluvia. Recogimiento absoluto, con numerosos hermanos penitentes que realizaron el recorrido con cadenas atadas a los pies descalzos, único sonido, además del acompañamiento de un tambor para marcar el paso a los horquilleros del trono y máximo respeto del pueblo de Ronda.