La cofradía del Rico ha hecho historia hoy. No sólo por el hecho de no haber liberado a un penado, acto que hacen de manera ininterrumpida desde 1759 incluso plantando cara a la lluvia. Ha hecho historia por haber sido coherente y fiel a sus principios: sin indulto no hay liberación. Será depués de Semana Santa, regalando otro momento histórico para Málaga: aún hay que decidir quién sorteará la prisión.

Pero la junta de gobierno de esta hermandad ha querido lanzar un mensaje: no había liberación, pero no porque ellos no quisieran. Así, un nazareno portaba ayer ante el trono del Señor el acta de liberación de 2017 vacía. No había nombre de indultado, así como tampoco las rúbricas de quienes lo liberan.

Se echaba de menos al preso, ese reo con mirada perdida que es foco de todas las fotos cada año. Pero la cofradía del Rico había decidido prescindir de una medida express, que finalmente se resolverá una vez acabe la Semana Santa. De este modo, la Plaza del Obispo se quedó sin su tradicional cita del Miércoles Santo y sólo vio los tronos pasar de largo, aunque se escucharon bonitas marchas como "Virgen de Sevilla", interpretada por Vera+Cruz de Almogía.

Una vez pasaron este emblemático enclave, la hermandad varió su recorrido yendo por vez primera por Postigo de los Abades y Cortina del Muelle para dirigirse a las calles Córdoba y Trinidad Grund, para finalmente acabar en la Alameda de Colón y, desde ahí, coger la Alameda. Pese a la variación de recorrido y a la innovación casi de última hora, numeroso público quiso arropar a esta cofradía, que ha vivido un Miércoles Santo diferente.

Pese a que ha habido quien ha criticado que no hayan celebrado el tradicional acto, sustituyéndolo por una Eucaristía, los del Rico decidieron obviar esta parada en el recorrido y, para evitar largas esperas, alargar el recorrido por enclaves nunca visitados por esta cofradía.

El Nazareno, acompañado por la banda Maestro Eloy García, recogió numerosos aplausos del público cuando avanzó, a medio paso, mientras sonaba "María Santísima del Amparo", arrancando finalmente a paso largo y decidido. Una vez llegó al lateral de la Alameda, el Señor se cruzó con Ánimas de Ciegos, meciendo ambos mientras sonaba y se entonaba "la muerte no es el final", y más tarde con Mayor Dolor, también de Fusionadas. Un momento irrepetible.