Es una sensación, un rumor que crece con fuerza entre los hermanos y la propia Junta de Gobierno; todos lo saben oficiosamente, pero pocos lo dicen, al menos de forma abierta: Humildad y Paciencia está, o debería, a las puertas de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga y ayer lo volvió a pedir a gritos con un desfile magnífico que supuso una reivindicación en toda regla, una interpelación directa a San Julián.

Humildad y Paciencia | Un paso adelante

Oficialmente, la populosa hermandad prefiere callar. Pero lo cierto es que ayer salió media hora antes que otras veces, buscando «controlar al máximo el horario», y ya hay quien esboza un posible horario de futuro si la Agrupación la acoge en su seno: «Saldríamos a la una o a las dos, para encerrarnos a las doce de la noche». Y hasta días: «O Domingo de Ramos o Miércoles Santo». Otro hermano cercano a los puestos de gobierno confirma que sí, que este año la sensación era de ensayo general. También las bandas apretaron con lo del horario y motivaron cambios sustanciales en el cortejo: no iba banda de cornetas al inicio, como cada Sábado de Pasión; pero detrás del Cristo de Humildad y Paciencia, la banda de cornetas y tambores de la Esperanza volvió a dar muestras de su altísima calidad musical e interpretativa. Por primera vez salía con esta hermandad. Apuesta fuerte que ha afectado al horario. Tras la Virgen de Dolores y Esperanza, la banda de música de la misma archicofradía.

El único problema de esta corporación de la calle La Unión estaría en el larguísimo recorrido, superior al de Nueva Esperanza. Otro inconveniente, aunque menor, es el decreto del Obispado que limita a 39 las cofradías agrupadas, pero torres más altas han caído y ni prelado ni San Julián, mal que les pese, pueden negar la evidencia: hay algunas cofradías, entre las que destaca ésta, que están llamando a la puerta con tantísima fuerza que dejarla fuera de la Alameda y Larios sería casi una descortesía. Creada en 1999, y hermandad desde 2004, la cofradía ha crecido bien, paso a paso; sin prisa pero sin pausa. El año pasado presentó el grupo escultórico del Cristo, obra de Ramos Corona, que procesionó por primera vez en un inolvidable Sábado de Pasión. Este año, la novedad era el ensayo general.

A las 16.00 horas en punto se hizo la cofradía a la calle cogiendo desprevenidos a muchos vecinos de la zona, que comentaban lo extraño de que no hubieran salido treinta minutos más tarde, como es tradición. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, con un impecable cortejo de hábitos carmelitas, hizo acto de presencia: 220 nazarenos; 25 mantillas; 100 niños tocados con faraona; 180 portadores el Cristo, idéntica cifra la Virgen... Los números son mejores que los de algunas agrupadas.

El Señor de Humildad y Paciencia otra vez lució imponente con un exorno de calas mango, calas blancas, lirios morados, rosas, espina y musgo. Al entrar en la calle La Unión, donde el cortejo adquiere dimensión, empaque y tronío, la banda de cornetas interpreta Ante la cruz de nuestros pecados, llenando de emoción una curva que se hace meciendo. «Estamos orgullosos de nuestros hombres de trono», le dice un capataz a los sufridos portadores. Paso suave: lo único que no acompaña es el tiempo. La maldita lluvia amenaza constantemente, incluso cuando no está.

Detrás, la Virgen de los Dolores y Esperanza, radiante con un exorno de rosas, claveles y azucenas blancas. La banda de música de la archicofradía del Paso y la Esperanza interpreta Alma de la Trinidad cuando el trono llega a La Unión; el paso suave, la mecida acompasada, los aplausos espontáneos. El eco de un futuro Domingo de Ramos se dibuja en el horizonte.

Tras hacer estación en la iglesia del Carmen, en la calle Jovellanos, le sorprendió la lluvia y aceleró el paso para volver por el camino más corto.

Desamparados | Silencio en Los Corazones

Un año más, Desamparados se hizo a las calles de la barriada de Los Corazones con un sencillísimo cortejo que, por su sobriedad, atrae y convence. Nazarenos de rigurosa túnica negra y cíngulo rojo, 120 en total. Y tras la Virgen, la banda de música Arunda. El trono se aproxima a las puertas de la parroquia Santa María Goretti con Jesús de las Penas y se hace a la calle con Calvario. Sencillo exorno floral de rosas blancas que, con la candelería encendida y el negro de la Dolorosa, deja una impronta difícil de olvidar. Los estrenos: la ráfaga, el puñal y el guión, de inconfundible diseño, obra de Joaquín Salcedo. Desamparados es otra entidad que avanza con paso seguro, depurando un estilo definido y manteniendo sus principios nazarenos. En la barriada del Carmen la procesión decidió volver a casa. Con diligencia, con plásticos, y con dignidad.

San Andrés | Nazarenos en la avenida Europa

Jesús de los Niños y la Virgen del Mar cumplieron un año más con su cita con el Sábado de Pasión y con el barrio de San Andrés. Todo en esta procesión recuerda a la advocación de la Virgen: los cíngulos de los nazarenos, que inundan la avenida Europa; la malla del manto de la dolorosa de Ruiz Liébana, y el color de los capirotes.

Llagas | Inexplicable en Miraflores

A Llagas y Columna le faltaban portadores e hicieron un llamamiento que no pareció ser suficiente. La procesión, que salía de Miraflores, retrasó su inicio una media hora, porque a las cuatro de la tarde el cielo estaba muy gris e incluso comenzó a chispear. No obstante, y después de un tiempo prudencial, la comitiva se echaba a andar con el Cristo de García palomo sobre un trono arreglado con lirios. Pero, a las tres horas de recorrido, cuando estaba en la avenida de Nuestra Señora de los Clarines, los capataces decidían volver: se había roto la campana y los escasos portadores no eran capaz de soportar el peso del trono.