La cofradía de la Crucifixión no necesitará este año de tinglao. Los tronos podrán salir el próximo Lunes Santo desde el interior de su casa hermandad. Pese a que las obras no terminarán hasta el verano, el constructor se ha comprometido a habilitar el salón de tronos para realizar su salida procesional y el encierro.

El hermano mayor de la Crucifixión, José Antonio Martín Arrebola, destacó que el compromiso es que el salón de tronos esté completo para el próximo Lunes Santo, incluyendo la iluminación y la puerta de entrada. Eso permitirá que los tronos se organicen por primera vez en la casa hermandad, situada en la calle Diego de Siloé y frente a su parroquia del Buen Pastor.

No obstante, la organización del cortejo procesional se continuará realizando en el interior de la parroquia: «El resto de la casa hermandad sigue de obras y no vamos a meter a niños pequeños y jóvenes en el edificio en esas condiciones. Sólo entrarán los portadores de los tronos», insistió.

El encierro también se realizará en la misma casa hermandad, aunque Martín Arrebola subrayó que se empezará el desmontaje de los tronos «en cuanto se vaya el público, como si estuviéramos en el tinglao». Esa misma noche -ya de madrugada del Martes Santo- se trasladarán los titulares a la parroquia del Buen Pastor y se guardarán las distintas piezas del patrimonio en el local que tienen en la calle San Millán.

«Como el edificio sigue en obras, preferimos guardar todo esa misma noche en el local para que no haya un accidente», afirmó el hermano mayor de Crucifixión, aunque apuntó que puede que se dejen algunos elementos como los varales: «Eso dependerá de cómo estén las obras en ese momento».

La inauguración y bendición de la casa hermandad se realizará en verano, que es cuando está prevista la entrega del edificio. «El constructor nos ha dicho que para junio entregará el certificado final de obra y, por ahora, se van cumpliendo los plazos», manifestó José Antonio Martín Arrebola, quien reconoció que podría haber estado antes, pero las catas arqueológicas retrasaron el inicio de los trabajos. Durante el estudio del solar, de 330 metros cuadrados, se encontraron y catalogaron 18 enterramientos de la época árabe.

Distribución. La casa hermandad de Crucifixión se construye a partir de un proyecto del arquitecto Juan Soriano, que ha diseñado un edificio de traza actual. Es un inmueble de tres plantas sobre la baja. Incluye salón de tronos y las dependencias habituales de una cofradía: albacería, secretaría y tesorería, además de salas para talleres, cursos de formación y fomento de actividades sociales y asistenciales para el barrio.

Martín Arrebola explicó que la cofradía se ha centrado este año en afrontar lo gastos de construcción de la casa hermandad y su actividad asistencial, por lo que no presentará ningún estreno patrimonial. De cara al futuro, destacó que el ahorro del alquiler y montaje del tinglao y del local donde ahora guarda su patrimonio le permitirá disponer de más recursos para afrontar la hipoteca y otros proyectos.

Tinglao. La salida de Crucifixión desde el interior de su casa hermandad marca el abandono definitivo del tinglao que tradicionalmente montaba en El Ejido, junto a la parroquia del Buen Pastor. A partir de este año, sólo serán tres las cofradías agrupadas que continúan saliendo desde un tinglao: Dulce Nombre, Salesianos y Descendimiento.

En estos tres casos, la solución no parece que se alcance en breve, en tanto que la construcción de sus respectivas casas hermandad está paralizada o depende de obtener una parcela sobre la que realizar el proyecto. Salesianos la tiene cedida junto a la que construye Crucifixión, aunque el cabildo no aprobó la solicitud de un crédito para iniciar la obra.