El cielo del Viernes Santo se queda libre de nubes cuando los últimos rayos de Sol lo tiñen de color rojo, rosa, naranja, azul y turquesa. En la calle Carretería -a media entrada pero lo que había era público- suena la marcha 'Cristo del Amor' a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de la Esperanza. El trono del Cristo del Amor avanza con paso firme y mecida suave a la Tribuna de los Pobres. El Viernes Santo se oscurece y se nos va de las manos, pero queda esa estampa del Amor avanzando para atravesar el corazón urbano de Málaga. Y con el Amor y la Caridad no puede pasar nada malo, porque ya lo dice la letra del 'Ubi Charitas': "Donde hay caridad y amor, allí está Dios. Estando congregados y unidos, cuidémonos de estar desunidos en espíritu. Cesen las malignas rencillas,cesen los disgustos. Y Cristo nuestro Dios reine entre nosotros".

La cofradía del Amor y la Caridad tiene una advocación preciosa para el Viernes Santo, día de luto, de recordar la muerte de Jesús. De silencio y negro. Sin embargo, esta hermandad lleva un mensaje de esperanza en medio del luto. Amor y Caridad, donde Dios está presente siempre y ellos lo reparten desde el barrio de la Victoria hasta el Centro. Pero también traen juventud. La vinculación histórica con el Colegio Maristas y con los Agustinos marca su carácter. Filas de nazarenos largas y llenas de jóvenes. Futuro revestidos de nazarenos. Con una cultura cofrade no aprendida, sino adoptada con naturalidad. Y eso se ve luego en el trono. Paso tranquilo, sin aspavientos, sin gritos, sin exageraciones. Como nazarenos bajo el varal. Como lo que algunos portadores ya piensan para el día de su retirada. La vuelta al origen, al cirio encendido para iluminar el camino del Amor y la Caridad.

Pero la juventud no está reñida con tener un pasado, con cuidarlo. Las antiguas y elegantes túnicas bordadas forman su frente de procesión. Al igual que las bocinas con los paños de malla y el escudo de la cofradía bordado. Joyas de una Semana Santa que ya pasó, pero de la que se conservan algunas piezas valiosas pese a los avatares de la historia. En esto me permito un inciso. Un deseo expresado al aire y que quizás no pase de ser una breves líneas en una crónica. Amor, Sepulcro, Viñeros, Piedad y alguna otra más conservan túnicas bordadas en oro que son una joya. ¿Será posible recuperar este modelo de túnica y extenderlo algún día? El paso dado por el Amor y la Caridad, bordando el corazón agustiniano en los capillos e incorporando el cinto del hábito de la orden agustina van en la buena dirección. Carácter, historia y vinculación con unos valores fuertes.

Mención aparte merece la marcha 'El Amor y la Caridad', interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores de la Victoria, que iba en la cabeza de procesión, antes de llegar a la Tribuna de los Pobres. Me encantó. Una gran interpretación y una gran marcha. No soy un experto, pero me pareció una gran marcha. Otro elemento que me gustó fue el monte de corcho del Cristo, con la calavera como símbolo barroco de la muerte, el espino, las hierbas aromáticas y las flores moradas, en un conjunto y disposición muy interesante.