Son las minas más antiguas del mundo y cuentan con uno de los parques turísticos-culturales más interesantes dentro de este sector. La cuenca minera de Huelva alberga las Minas de Ríotinto, un lugar que se remonta a las primeras civilizaciones en la Edad de Cobre donde comienza el desarrollo minero que llegó de la mano de los romanos y hasta el siglo XVIII no se convierte en una actividad empresarial.

El lugar ofrece un viaje al pasado en nada menos que un ferrocarril. La antigua línea comercial de Riotinto se ha recuperado en un tramo de 12 kilómetros que los visitantes pueden realizar en locomotoras y vagones restaurados que ofrecen paisajes únicos como el antiguo polo industrial de la comarca y los parajes naturales que bordean al propio río. En 1873 se incorpora este avance tecnológico a la zona con el consorcio británico «Riotinto Company Limited» para la explotación masiva de los recursos. Hasta entonces se hacía a través de carros de bueyes o a lomo de las mulas.

Además, existe el museo minero que albergar los depósitos arqueológicos e históricos generados por los 5.000 años de explotación minera en la comarca. Hasta 1.800 metros cuadrados repartidos en ocho espacios expositivos en los que se incluye la Reproducción de Mina Romana y la Sección Etnográfica, Casa nº 21 de Barrio Inglés de Bella Vista.

Al llegar el consorcio financiero extranjero, los técnicos, sobre todo británicos, se alojaron en el antiguo pueblo de Riotinto aunque después dio paso a la construcción de un barrio para los empleados. Se eligió una pequeña colina de antiguas escorias al oeste del pueblo, lugar con una «bella vista» sobre la sierra, valles y planicies que se denominó Bella Vista. Un resumen en el espacio y en el tiempo de un territorio y una cultura eminentemente mineros.