Infinidad de formaciones que resaltan por su singularidad, rareza o belleza que adquieren una protección especial. Andalucía cuenta con diversos monumentos naturales, un distintivo que se da en el medio marino o terrestre y que también adquieren las formaciones geológicas, los yacimientos paleontológicos y otros espacios culturales o paisajísticos.

Entre las poblaciones costeras de Roquetas de Mar y Aguadulce (Almería) se encuentra el Monumento Natural Arrecife Barrera de Posidonia. A caballo entre los municipios sevillanos de Alanís y San Nicolás del Puerto está la Cascada del Huéznar, formada por un travertino de río localizado en el tramo medio de la Ribera del Huesna. Las dunas de Bolonia (Cádiz) o las de Artola o Cabopino en Marbella, la Isla de Terreros e Isla Negra de Almería -dos islas de origen volcánico-, la Isla de San Andrés en el municipio almeriense de Carboneras o los peñones de San Cristóbal son algunos de los lugares próximos al mar que son dignos de conocer.

Escenario terrestres

Los escenarios terrestres consagrados como monumentos naturales son incontables en la región. El Mirador Cuenca del Río Turón -Mirador del Guarda Forestal, ubicado en el límite septentrional del Parque Natural Sierra de las Nieves, la peña de Arcos de la Frontera, el pino centenario del Parador de Mazagón (Huelva), el accidente tectónico que genera la Falla de Nigüelas (Granada), el yacimiento arqueológico de la Cueva de Ambrosio en Vélez-Blanco (Almería) o la Cueva del Gato en Benaoján son algunos de los lugares que merece la pena visitar y que aguarda la región repartidos por las ocho provincia.