Hace algo más de un par de años abrió en la calle Álamos un local con una filosofía muy clara: «Un bar para la gente que busque escuchar buena música, buena energía y buen rollo. ¡Imprescindible sonrisa en la cara! De Málaga y para Málaga, como tú». Es el Pub La Garrapata, que ahora está de mudanza: (como dicen sus responsables, que ahora viajan a calle Mariblanca, se mudan «a tiro de cerveza, a 30 metros casi exactos medidos con la mente»). Y van a celebrar la nueva etapa con una noche de música con un cartel que hará las delicias de la parroquia garrapatera. Rumba, reggae, fusión y muchas ganas de pasarlo bien con «buenas energías, buen rollo y sonrisas imprescindibles». La cita, en la Sala París 15, mañana, sábado.

Lo corona, cómo no, el garrapatero máximo, El Canijo de Jerez, el otrora miembro de Los Delinqüentes. Lanza en 2018 su tercer álbum en solitario, con la frescura y el desenfado que le caracteriza. Vuelve a su rumba callejera, a la guitarra flamenca y a su universo filosófico particular para alegrarnos el alma y el corazón. Otra primavera trompetera que la cantará a mayor gloria del Pub La Garrapata.

Destacan en el cartel los malagueño Jarrillo Lata, para muchos, los auténticos herederos del espíritu de Tabletom. Lo cierto es que este combo ha sabido empatizar con el boqueronismo y su fusión de todo tipo de músicas, siempre con espíritu crítico, alegría y un incuestionable saber hacer profesional, es imprescindible para un buen sarao malaguita que se precie.

Lo de Gabardino es una versión intimista de lo que, por ejemplo, autores como Robe de Extremoduro ha propuesto durante años. El malagueño se deja la piel y el corazón en unas canciones que saben a verdad desnuda.

Completan el cartel Malaka Youth, que llevan ocho años convenciéndonos de que Jamaica y El Palo no están tan lejos: «En nuestras canciones sumamos una importante carga positiva, con nuestra música queremos ilusionar», dicen. Y lo consiguen.