La batuta trazó un dibujo en el aire en la plaza del aljibe y la música no ha dejado de sonar desde ese concierto inaugural de 1975, celebrado en el corazón de Miraflores de los Ángeles. Claudio Gallardo, gerente de la Caja de Créditos del Sur, entidad impulsora de la cooperativa que levantó el barrio, fue quien tuvo la idea de crear una banda, con la colaboración del maestro Perfecto Artola

Dos amigos de la infancia continúan con este sueño musical, Rafael Puyana y Manuel Aragú, director y subdirector de la Banda Juvenil de Música Miraflores-Gibraljaire.

Fueron estos dos miembros de la banda municipal los encargados de realizar la primera selección entre 200 alumnos de los colegios Miraflores de los Ángeles y Gibraljaire, escogiendo a 49.

Todos estos años de esfuerzo han dado un importantísimo fruto: cerca de un centenar de miembros de la banda son hoy profesionales de la música, ya sea en orquestas sinfónicas, bandas municipales o profesores de conservatorio, entre otras salidas. «Es el fruto de una labor que ya va para 36 años, nos quedan ganas porque lo que tenemos es vocación», explica Manuel Puyana.

Pero además, la de Miraflores-Gibraljaire ha sido la primera banda juvenil de música de Málaga y su ejemplo ha cundido con creces: Málaga cuenta en la actualidad con 11 bandas no profesionales, si incluimos a los veteranos de la Expiración.

En Gibraljaire, los alumnos más jóvenes tienen 6 años. «Van haciendo sus pinitos con el lenguaje musical, que en nuestros tiempos se llamaba solfeo y el instrumento ya lo cogen con 8 o 9 años», explica Manuel Aragú.

Con la desaparición de la Caja de Créditos del Sur, se creó una asociación cultural, que preside Manuel Aragú. «La asociación ahora mismo es la que mantiene a la banda, bien con cuotas o con las subvenciones que podamos lograr, porque con la crisis han bajado una barbaridad», destaca.

En la sala de ensayos resuenan las marchas procesionales. Unos cien músicos acompañarán a los tronos los próximos días. «Salir en Semana Santa requiere una preparación anterior de tres o cuatro meses porque la banda se va renovando y entra gente joven que tiene que aprender las partituras, no es un trabajo de 15 o 20 días», precisa Manuel Puyana.

Este año la banda participará el Lunes Santo en la procesión de Dolores del Puente, mientras que el Jueves Santo irá a Almogía y el Viernes Santo a Monda. «En Almogía y Monda llevamos unos 34 años; aunque nos han salido muchas procesiones, no todo es dinero y no podemos dejar el Jueves y el Viernes Santo», cuenta Manuel Aragú.

A este respecto, el presidente de la asociación musical quiere desmentir el tópico de que la banda de Miraflores-Gibraljaire es muy cara. «Aparte del Jueves y el Viernes Santo que son días en los que la demanda es muy grande y quizás ahí todas las bandas cobren un poco más, los demás días la banda está cobrando una media de 3.500 euros, si eso es muy caro...», resalta.

Los dos profesionales destacan además que, aparte del sello artístico de esta formación que en seis ocasiones ha participado en el encuentro de bandas de Valencia, cuenta con un ingente obra social. «Procuramos instrumentos a muchachos sin posibilidades económicas, hoy en día los instrumentos son muy caros y esto lo hemos podido hacer gracias a la subvención que hemos tenido siempre de Unicaja y nos gustaría seguir con esa obra social», cuenta Manuel Aragú.

Sin embargo, la crisis económica también se deja notar, y mucho, en la banda. «Mantenerla es pagar instrumentos, seguros, uniformes y nosotros no tenemos ninguna institución que nos respalde como las bandas que tienen una cofradía, con la crisis los mínimos apoyos se están quedando en supermínimos», lamenta el subdirector de la formación musical.

Manuel Puyana, que recuerda que un instrumento cuesta una media de 3.000 a 4.000 euros, señala que «todas las bandas que existen en Málaga se han mirado siempre en nosotros, ninguna ciudad en España tiene tantas bandas juveniles y creo que las entidades que dan subvenciones tenían que tener en cuenta que a la madre hay que mantenerla».

La banda de Miraflores-Gibraljaire, Medalla de Oro de la Provincia en 2010, necesita más apoyo institucional para seguir cumpliendo su ilusionante función.