El nuevo trono del Cristo de la Redención por fin es una realidad. Ayer fue bendecido tras un año más de trabajo sobre lo que estaba previsto, pero con un resultado que merece la pena. La caoba y el bronce se conjugan en una ejecución exquisita y un discurso iconográfico cargado de significado.

José María Ruiz Montes montó la última pieza del trono sobre las seis de la tarde. Era uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis, en concreto el que representa la Guerra. En cuanto completó su montaje, empezó la última misa del septenario de la Archicofradía de los Dolores de San Juan. Al término de la eucaristía, se bendijo el nuevo trono, que permanecerá en San Juan hasta la salida del Viernes Santo. El hermano mayor, José Aurelio García Andreu, aseguró que el trono se trasladará a la Agrupación de Cofradías, donde quieren que permanezca en exposición.

Mensaje

Uno de los elementos más destacados de este trono es el completo mensaje evangélico que se recoge en su iconografía. El estilo renacentista del diseño de Fernando Prini permite una lectura ordenada de los distintos elementos concebidos por Pedro Merino, autor del estudio iconográfico, y ejecutado por Ruiz Montes.

Entre los detalles que se pueden observar, hay cuatro cartelas que representan el mal en el lateral izquierdo, con una central donde están los siete pecados capitales. En el lateral derecho, el discurso es para explicar el camino de la redención, con otras tantas cartelas y la representación de las siete virtudes en el casetón central.

Los atlantes situados a cada lado de los casetones del lateral representan las cuatro razas: indoeuropeos, orientales, africanos y orientales.

@Miguelferrary