La iglesia de San Juan de Coín acogió el miércoles, coincidiendo con la festividad de la Anunciación, la presentación de la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores tras su restauración, la tercera que sufre en su historia y que le ha permitido recuperar parte de su antigua hechura.
La talla cuenta de un nuevo cuerpo articulado y un nuevo candelero, «proporcional al busto de la Virgen y manteniendo la altura original», destaca Noelia Peña, que hasta el pasado año era la hermana mayor. También se ha realizado un importante trabajo de restauración en la cara de la Dolorosa, «porque estaba en mal estado tras el paso de los años. También se ha aprovechado para recuperar el aspecto de la policromía primaria».
El trabajo de restauración ha sido realizado por el imaginero Israel Cornejo, al que las hermanas de la cofradía, durante al acto de presentación ayer en la iglesia de San Juan Evangelista de Coín, expresaron su satisfacción con el resultado. Los gastos han sido sufragados por las propias hermanas de la Virgen de los Dolores a través de donativos.
Peña, que hasta el pasado año era la hermana mayor, recordó que «la imagen se encontró totalmente calcinada tras la Guerra Civil. Una de las pocas imágenes que se salvaron gracias una vecina de Coín que pudo esconderla en su casa. La Dolorosa se consiguió recuperar, gracias al trabajo de un párroco, con una primera intervención en 1939». Esta es la tercera restauración de la imagen tras la que se le practicó en 1992.
La Virgen, de autoría anónima, está datada en la segunda mitad del siglo XVII, según el informe que ha realizado para la hermandad el doctor en Historia del Arte por la Universidad de Málaga Antonio Rafael Fernández Paradas, quién explicó que «es posible que esta imagen pertenezca al mismo círculo del autor de la imagen de María Santísima de la Esperanza del Perchel».
La cofradía está compuesta exclusivamente por mujeres. Desde la Postguerra fue procesionada en intervalos hasta que un grupo de 24 mujeres en 1991 deciden constituir una cofradía para dar culto y sacar en procesión a la Santísima Virgen de los Dolores, que acompaña en procesión el Jueves Santo a Nuestro Padre Jesús Nazareno, destacando durante la procesión el tradicional y emotivo encuentro entre los dos titulares.
El Viernes Santo, vestida de riguroso luto, la Virgen de los Dolores acompaña al trono del Santo Sepulcro.
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