El principal objetivo que se plantea su candidatura es la «unión efectiva» de la cofradía, la formación y la revalorización del nazareno.

¿Por qué se presenta a estas elecciones?

Porque hace cuatro años la mayoría formábamos parte o apoyamos la candidatura que quedó a muy poca distancia de la ganadora. Cuando se acercaban estas elecciones pretendimos representar la reconciliación de todos haciendo una candidatura conjunta para que las elecciones no desgastaran más la convivencia. Que Miguel Alfonso encabezara la lista y alguno de nosotros formáramos parte de la permanente. Pero lo rechazó. No tuvimos otro remedio que presentarnos. Y lo que queremos es unir la cofradía, pero para ello es necesario tener voluntad y tiene que partir de quien dirige, no puede surgir de forma espontánea.

¿Cómo han vivido estos cuatro años?

Hemos participado en los cultos, asistido a los cabildos... nos hemos llevado cordialmente, sin disputas ni nada reseñable... pero no significa que no estuviéramos ahí y mantuviéramos una actitud expectativa, esperando algún gesto, que no se ha producido. No nos han insultado ni cerrado las puertas. Pero hemos experimentado la sensación de sentirnos fuera por omisión por parte de quien manda. De la noche a la mañana quedamos completamente excluidos.

¿Qué aporta fundamentalmente su candidatura?

Muchas ganas de unirnos, de hacer acciones efectivas que tiendan a la unión de la cofradía. Lleva tiempo y trabajo, pero estamos dispuestos a hacerlo. Si ganamos las elecciones, Miguel Alfonso podrá integrase en la junta de gobierno al día siguiente. Él y los demás. No podemos prescindir de nadie. La Expiración no puede permitirse el lujo de prescindir de hermanos que necesitamos. Y no nos vamos a quedar esperando a ver quién se asoma para integrarse.

¿Qué se puede hacer en una cofradía que prácticamente lo tiene todo?

Mantenerlo. Ser muy cuidadosos con todo aquello que se deba incorporar al patrimonio. Queremos aumentar los equipos de nazareno. Estudiar la reestructuración del trono de la Virgen, la mesa y los varales. Eso en el plano material. Pero nuestro programa va dirigido a las personas. Son nuestro principal patrimonio, que hay que cuidar y reconstruir. La formación es fundamental. Todo va a redundar en beneficio de la cofradía y de nosotros mismos desde el plano personal. El nazareno es la figura central de la procesión y la queremos valorar, formando, dándole la importancia que merece, dándole el prestigio que necesita, dando publicidad a quienes forman las filas. Son personas adultas y respetables y saben lo que están haciendo. No es gente que se disfraza. Personas que viven así su unión.

Pero los tronos ganan elecciones...

Estamos muy entregados a los tronos, obviamente. Los hombres de trono también requieren un cuidado especial. Hay que contar mucho con ellos, queremos ver la posibilidad de integrar El Perchel en el recorrido, de mejorar los horarios. Y lo primero que se nos viene a la cabeza es el esfuerzo de los hombres de trono. No vamos a alargar el itinerario sin contar con ellos.

¿Cómo se puede mejorar el horario de Expiración?

Creemos que se puede trabajar desde la humildad, la empatía, desde la solidaridad de las propias cofradías del Miércoles Santo. Con ideas imaginativas con las que nadie sale perjudicado y todos beneficiados. Al Miércoles Santo le hace falta un golpe de timón en ese sentido.