Ya viene la niña de incipiente sonrisa, arreglada con la espuma de la mar. Viene blanca y radiante a renovar su compromiso con las Lagunillas. Viene iluminada por el fuego, por una danza asimétrica de pabilos, llamas de pentecostés, barniz de gloria de un semblante que no llora. Viene de luna llena, fulgor niveo sobre trono de plata. Es la mujer coronada sin corona, que deja la Victoria con vaivén cadencioso y con algarabía regia. Viene triunfando sobre devociones. Se llama Rocío, Novia que va a ser coronada por Málaga y escoltada por piropos.

La Señora ofrece sus manos y derrama sus dones y recoge las ofrendas de fervor arraigado, y agradece, con su gesto, tanto amor y fervor que se desborda. La cofradía victoriana culmina hoy una larga e intensa Cuaresma de tres años de duración, en la que no ha faltado de nada. Ha sido, en realidad, el sprint final de una carrera de fondo que, sin saberlo, sus hermanos han recorrido prácticamente desde el momento de la bendición de la imagen de Pío Mollar en 1935.

No sería hasta 2004 cuando la cofradía aprobó en junta de gobierno elevar al cabildo general la propuesta para solicitar al Obispado la coronación canónica de la imagen. 30 de noviembre. Por entonces era hermano mayor Antonio Pino. La asamblea de cofrades aprobó el planteamiento de la junta de gobierno por aclamación el 2 de febrero de 2005. Y el 8 de diciembre de 2006, en la iglesia de San Lázaro, el entonces obispo, Antonio Dorado, recibía la solicitud formal de la cofradía, junto a un importante número de adhesiones.

Tuvieron que pasar seis años para que otro obispo, Jesús Catalá, autorizara la coronación de una de las imágenes marianas indiscutibles y referentes devocionales de la ciudad de Málaga, cuyo fervor traspasa las fronteras provinciales. Era el 24 de julio de 2012. Por la tarde. Y se conoció vía Twitter, a través del perfil del entonces delegado de cofradías, Francisco Arranda.

Las peticiones a través de las redes sociales se habían multiplicado creando el hashtag #MálagaCoronaASuNovia. Y no han cesado un solo día en todo este tiempo para anunciar y convocar. Porque desde hace tres años la maquinaria cofrade no ha dejado de funcionar. Siempre bien engrasada por la ilusión y la devoción.

La cuenta atrás comenzó el 12 de septiembre de 2012, con la primera misa de vísperas en San Lázaro, aunque previamente se presentó el logotipo y se inició la cuestación de oro para confeccionar el halo de la coronación. De hecho, la mayoría de las preseas que estrenará la imagen en su coronación o ha lucido en los días previos forman parte de un ajuar donado por sus devotos.

La obra social también ha estado muy presente y muchos de los actos organizados han tenido en cuenta las necesidades de los vecinos con más carencias de la Victoria: desde conciertos solidarios hasta un gran certamen de bandas que se celebró en la plaza de toros de La Malagueta con la participación de las formaciones más reconocidas de Andalucía. O una pasarela de moda flamenca y una zambomba de Navidad para recaudar fondos con destino a la bolsa de caridad. Así como distintos rastrillos benéficos.

Del mismo modo, el estandarte de la Virgen del Rocío ha itinerado por distintos templos de la diócesis y fuera de ella en lo que la corporación denominó Rosarios Peregrinos, para extender la devoción a la Virgen en puntos distantes del lugar habitual de culto, durante la víspera de su coronación canónica. Por la geografía andaluza estos cultos han tenido lugar, por ejemplo, en la basílica de las Angustias de Granada; en la basílica de la Macarena de Sevilla, en el Santuario del Rosario de Cádiz, en la iglesia de los Dolores de Córdoba o en la ermita del Rocío, en la aldea de Almonte, el pasado 25 de julio.

El programa de actividades también ha incluido actos culturales, desde la presentación del cartel, obra de Raúl Berzosa, en el Ayuntamiento, ciclos de conferencias, conciertos en el Teatro Cervantes, la actuación de los Cantores de Híspalis con su espectáculo La Pasión según Andalucía, la edición y presentación del documental Rocío del Cielo Coronada, en el Albéniz, o una exposición con cincuenta fotografías de gran formato, muchas antiguas e inéditas, en la calle Alcazabilla. Además, el pasado lunes tuvo lugar el pregón de la coronación, a cargo de Francisco Jiménez Valverde, y el estreno de las cuatro marchas de procesión compuestas para tan magna ocasión.