La Virgen de los Remedios se va consolidando poco a poco. Del Rosario de Campanilleros que celebra desde 2005 hasta la procesión que inició el año pasado, esta advocación ha ido ganando presencia en la calle y atrayendo un numeroso público para acompañarla en su recorrido por la feligresía de los Santos Mártires. Ayer, su segundo año de salida procesional, se pudo observar este cambio, que está consolidando su salida procesional como una cita cofrade de peso en septiembre.

La parroquia de los Santos Mártires vive una pequeña revolución interna con el empuje de esta hermandad, que se ha sumado con entusiasmo y una propuesta diferente al ya amplio abanico cofrade de este templo. La imagen de la Virgen de los Remedios, datada en el siglo XVIII, ofrece una estética de gloria que busca el gusto barroco, con la ráfaga delimitando la imagen, la saya y el mando bordado y la media luna a los pies. Además, el Niño Jesús que lleva en el brazo izquierdo (también del siglo XVIII) y su ajuar ofrecen una estética muy personal.

La salida desde el interior de los Mártires se produjo a las 19.00 horas, con un cortejo todavía en construcción, pero ya con piezas interesantes, como el Libro de Reglas o el ropón del pertiguero, estrenado este año y que es una adaptación de una prenda del siglo XIX.

El trono sigue haciéndose poco a poco. Este año ha estrenado la carpintería de la peana, obra de Francisco López Torrejón; la talla del baquetón, la reforma de los arbotantes, de Manuel Toledano; la campana; y el remate de las tulipas y un relicario para el frontal que llevará una reliquia de San Antonio María Claret, que predicó en la parroquia de los Santos Mártires.

La Unión Musical del Maestro Eloy García fue la encargada de acompañar musicalmente a la imagen, que cuenta con tres marchas propias que sonaron en el recorrido: Virgen de los Remedios, Remedios, Reina y Patrona y Los Remedios. El exorno floral fue de flores blancas, que contrastaban con la madera sin dorar del trono de la Virgen.